Un día lo preguntarás, con tu voz que aún no escucho, y no sé si tendré las palabras para explicar por qué Elisa Del Mar?... Hoy te diré, mi hija que eres la promesa que me hizo la vida, la promesa divina cumplida de eternidad, amor, esperanza y vida. Eres la promesa que llegó del mar. Mi propio mar, ese mar que con los tiempos fui reconstruyendo en medio de la memoria de él que es éste desierto en donde nacimos, un mar salado y turbulento que por años sentí pero no llegué a dominar, y ahora por gracia tuya vislumbro el puerto, con tu revolucionario crecimiento apaciguas las mareas, la diste la calma y belleza que sólo recuerdo de alguna tarde de la infancia y ahora que tu oleaje me invade sé que provienes de mis virtudes, de lo más bello y perfecto que hay en mi.
Y te bendigo, y te adoraré y te agradezco Elisa por ser la suma de todas las palabras y silencios que expresen el amor verdadero y la auténtica felicidad. ILY.