8.4.10

Elisa Del Mar.

Un día lo preguntarás, con tu voz que aún no escucho, y no sé si tendré las palabras para explicar por qué Elisa Del Mar?... Hoy te diré, mi hija que eres la promesa que me hizo la vida, la promesa divina cumplida de eternidad, amor, esperanza y vida. Eres la promesa que llegó del mar. Mi propio mar, ese mar que con los tiempos fui reconstruyendo en medio de la memoria de él que es éste desierto en donde nacimos, un mar salado y turbulento que por años sentí pero no llegué a dominar, y ahora por gracia tuya vislumbro el puerto, con tu revolucionario crecimiento apaciguas las mareas, la diste la calma y belleza que sólo recuerdo de alguna tarde de la infancia y ahora que tu oleaje me invade sé que provienes de mis virtudes, de lo más bello y perfecto que hay en mi.
Y te bendigo, y te adoraré y te agradezco Elisa por ser la suma de todas las palabras y silencios que expresen el amor verdadero y la auténtica felicidad. ILY.

She is.

Entro en la habitación y aspiro el aroma a cereal, a avena y leche, a hojuelas enmieladas y sé que ese es tu aroma, un aroma de amanecer, el olor de lo dorado, de la primavera cálida y verde, de las flores alzándose al sol;
Luego viene esa danza tuya en el vientre, truenas y te desdoblas en tu quietud, tocas el cielo de mi piel para alcanzar nuestras manos, apenas separadas por unos centímetros pero tan lejanas en mi imaginación, me parece que esperaré tu llegada en un puerto, pareciera que vienes con las olas en ese barco enorme de mi amor, desde otro mundo, tan pequeña, con el destino por bandera.
Nunca antes había lucido el mundo como ahora, con todas las luces, con su verdor de pascua, con tantas flores de colores y azul de cielo, con tanto sol vivo;
y vi tu rostro hoy y supe que eres tú, mi hija, mi ser más mio, mi amor, mi único amor, mi palma, mi verdadero destino, supe que eres tú, con tu carita seria y tranquila, que vienes desde lo profundo de mis sueños, de mi propio corazón, eres tú la que cambió el mundo, la que transformas mi visión, la que embellece la realidad.