11.12.06

Se cumplen los deseos

Ya quiero terminar con todo. O que algo termine conmigo. Casi maldigo a mi generación. Tan estúpidamente cambiante o indiferente. O tan absurda como lo que digo. En fin. Que algo termine conmigo, que el dos mil seis termine ya. Eso quiero.
Hoy fue un día raro. Fueron demasiadas emociones inconfesables, nadie puede saber que tanto sentí hoy, escuchando jazz, a Sabina y a Telefunka. Agustín me obsequio Nieve de Pamuk... qué más debía pedir hoy? Una señora me dijo que debía agradecer a Dios por poder trabajar en una librería, tener la oportunidad de aprender de tantos libros y de escuchar canciones tan bonitas como las de Sabina. Me conmovió mucho, y un instante después, con los ojos aguados, pensé en su ingenuidad, por que ella creía que Sabina era un cantante cristiano, y no sé si lo sea, bueno, si Sabina se considere cristiano, pero no creo que como género musical lo sea. Luego de pensar en su ingenuidad pensé en la mía, que divago sobre cosas inútiles [la fe de Sabina] en lugar de centrarme en lo importante de su mensaje, el agradecimiento, por la oportunidad de vivir el día... nada más. En fin, hoy fue un día complicado para mi y casi nadie lo notó, o tal vez nadie, por que los clientes no se fijan en mi mirada, ni conocen mis gestos y mucho menos adivinan que mi distracción no es por vacío sino por revolución interna.
Ojalá no haya más días de estos, al menos hasta que termine el año. Y para qué poner plazo? Para refugiarme en él, para creer que estaré intranquila, pero que el primero de enero, milagrosamente, la madeja de mi vida comenzará a resolverse... Ojalá!
Ningún Lector: [Que también puede ser Rome] Invítame a una posada.... donde haya piñata, ponche, champurrado y tamales...

8.12.06

Lago Inari

ZZZZZ...

Aquí de nuevo. En que lugar más podría estar si no es en mi misma. Éste blog es mío. Como mi cuerpo. A veces soy sólo mi cuerpo. Nunca he sido sólo mi blog. Pero es parte de mi, y no puedo escapar de él, como no puedo escapar de la cárcel de mi cuerpo como a veces quisiera, para vencer las distancias, que, sin cuerpo, innecesarias resultarían. Escucho el Electrosinfónico de Telefunka que he de decir, contiene una de las mejores versiones de Bésame Mucho... si, la que quiero bailar con Inari. Mi ánimo cambió, no necesariamente por algun trastorno menstrual, como algún vulgar diría, cambió por que conseguí a Telefunka en ganga!, el dvd Electrosinfónico y Cassette, el último disco con participaciones de Adrián Dárgelos [Babasónicos], Lolo Fuentes [Miranda] y el Cerati [sin nota aclaratoria]. Me gustó mucho, mucho, aunque aún no lo escucho a conciencia. ¿He dicho que yo sólo puedo escuchar atentamente los cds mientras lavo los trastes? Pues así es. Por eso casi no me gustan los conciertos, no son el tipo de ceremonia íntima que yo preciso para escuchar música, tan repletos, los éxtasis de unos y otros interfieren con la frecuencia del mío. Bien, el lunes iré a un concierto, de orquesta, pero en estos por lo general las personas no hablan y puedo centrarme sólo en la música. Bien, no he comprado Nieve de Pamuk, tendré que esperar. De cualquier manera no puedo concluir aún a La broma, y a propósito creo que tardaré un poco en seguir con Kundera. Sus relfexiones son profundas, me incita a comprobar sus dictámenes de la vida en la mía propia. Que peligroso. Ironiza sobre el comunismo y coincido en sus propuestas, pero ha entrado en el terreno más delicado de mi ideología: el cristianismo. Comienza a remover las coaguladas heridas y ya no me va gustando, sin embargo, llegaré al final de esto que leo, y tal vez en unos tres años retorne a Kundera. Tal vez... Iré a dormir después de un día bueno. Mañana iré a ver tango, por fin podré recrearme en el Festival de la ciudad.
Bon voyage Ningún Lector.

6.12.06

"A pesar de mi escepticismo me ha quedado algo de superstición. Por ejemplo esta extraña convicción de que todas las historias que en la vida ocurren tienen además un sentido, significan algo. Que la vida, con su propia historia dice algo sobre sí misma, que nos devela gradualmente alguno de sus secretos, que está ante nosotros como un acertijo que es necesario resolver. Que las historias que en nuestra vida vivimos son la mitología de esa vida, y que en esa mitología está la clave de la verdad y del secreto. Que es una ficción? Es posible, es incluso probable, pero no soy capaz de librarme de esta necesidad de descifrar permanentemente mi propia vida. " - La broma. Milan Kundera.

5.12.06

Estando aquí no estoy...

Ya está el Festival de la Ciudad. Quisiera ir a algún evento pero ni siquiera he tenido oportunidad de ver el programa. Me perdí en un ritmo sin ritmo de trabajo. En realidad no hago mucho, sólo estoy sin estar.
Quiero el Electrosinfónico de Telefunka, y también el nuevo Cassette*. Quiero también Nieve de Pamuk. Quiero también el nuevo San Pascualito y la CAntina de Lila Downs.Quiero ir al nuevo teatro.Quiero bailar Bésame mucho con Inari. Aún quedan cosas por hacer. A veces mi ánimo decae, a veces no tengo ánimo para nada. Para nada. No se me antoja ni un pastel ni un elote. Me llegó una mala enfermedad, los riñones son muy importantes. A veces no te dejan caminar. En algún momento se convirtieron en el centro de mi vida, o de mi muerte. Ya pasó, pero no puedo beber alcohol ni café. Sólo agua. Es dificil para mí, adicta a la cafeína. Bueno, tal vez no soy adicta a la cafeína, ni a nada, puedo desprenderme incluso de mi corporeidad, no soy adicta a la vida, tal vez ´la dejaría sin importarme... Pero qué digo? Se pensaría que soy una exiliada, una desapegada. No es así, yo pertenezco a algunos entes, a algunas vidas, a algunas ficciones. No puedo prescindir por completo de la vida. Sin ser adicta soy adepta. Así cambian las visiones.
Está cerca la partida y aún no plaeno nada, ni siquiera he preparado algo, será que no quiero irme? No, es sólo que no quiero llevarme nada, si acaso los abrazos de mis padres, el amor de mis hermanas, un atardecer de Juárez. Si acaso. Les traeré algunas buenas cosas. Unos links nuevos, unos fragmentos bellísimos, alguna nota navideña.
Cuidate Ningún Lector.
*No sé si así se escribe... seguro no importa. Ja.