5.10.25

1 am, la eterna hora de la culpa.

 Hoy, de nuevo, sentí que hizo todo mal, mis limitaciones me han impedido hacer felices a mis hijos, no felices de que horneé algo, sino de que les permitíser plenamente libres, saltar en los charcos, correr sin parar, gritar y carcajearse sin ser corregidos. Y nada me duele más, claro, que no poder regresar el tiempo. 

Es tan duro luchar contra una misma en esto de maternar, de convertirse en la mamá que una desea solo en la imaginación y los tableros de Pinterest. Ahora me pregunto tantas cosas, como porqué no insistí en el ballet, el piano, los viajes, las salidas, el chocolate, bailar bajo la lluvia, aventar nieve a los vecinos, quedarnos afuera en las noches... 

Vivir atemorizada es lo peor, tener el cuerpo paralizado por el miedo me ha impedido ser la madre que quiero ser. Y aunque tengo mis debidas justificaciones no deja de dolerme no ser en realidad la mamá que quise para mis hijos. Y aunque siempre pienso, "de que sirve pedir perdón, no hay vuelta atrás", no me queda más que apelar al buen corazón de mis hijos, su compasión y la oportunidad de darles otra vida. De doy en delante. 

22.9.25

Back in black

 Por más de una década pensaba "ya volveré", "mañana volveré a escribir", "llegará el momento", y es que, durante mis años mozos, registrados en éste blog, se me daba fácil la escritura, ni afirmo que fuera buena ni nada, simplemente podia sentarme a escribir sin tanto freno como ahora. 

Y todos estos años he pensado en letras, en palabras; descubri en mi clase de "Pensamiento y lenguaje" que muchas personas piensan en imágenes o modo cine, ya se como espectador o protagonista. Mis pensamientos los visualizo escribiendo a mano, en una libreta, a veces, y muchas más, tecleando en la hoja en blanco. Y así he vivido ya múltiples textos, cuentos y novelas, poemas y demás, que siempre pienso que inician con líneas geniales, y muchas veces si lo son, pero las guardo en el cajón de "buenos inicios" y lo archivo en mi memoria muerta. 

Entonces hoy decidí hacerlo por impulso, por que tengo quince minutos "libres", porque puedo volver a una actividad que me hace inmensamente Isela. 

Y tengo algo que decir?: claro, yo siempre tengo una opinión sobre casi todo, aunque últimamente la realidad del mundo me deja muda. Hoy particularmente lo que tengo que decir es que volver a escribir no es sencillo, mis manos ya están tullidas por el uso del celular, mi mente atrofiada entre químicos, ansiedad, dolor y ganas de vivir, el ambiente podria parecer apropiado, si fuera una escena de película, yo en la plaza, románticamente como foto de Pinterest con mis dispositivos arreglados y la inspiración dispuesta para comenzar a redactar el resto de mi vida. 

A ti, Ningun Lector, un abrazo por el reencuentro en la palabra.