Hoy viajé a Temastián, Jalisco. Sí, directo al templo dedicado al Señor de los Rayos.
Quienes me conocen saben que soy pagana, y que poco tengo que hacer en templos católicos, excepto aquellas excursiones que hacemos con nuestro buen profesor de Ciencias Humanas, y fui para hacer símbolo mi agradecimiento por las buenas cosas que suceden en este mundo.
Suena extraño y lo fue. No pude contenerme de observar cada detalle, y finalmente todo desembocó en una afrenta entre Dios y yo:
"Nunca entenderé por que ese afán de mártir cuando espero que tu grandeza supere a mi existencia. "
- Silencio-
"Vine aquí sinceramente a agradecerte que mi hermana, por mecanismos extraordinarios engendre vida y felicidad pura; para agradecerte los rumbos de mi vida, los mares que he visto, las almas en que me he sumergido. Sin embargo estás ahí, impasible, en un barro que no logro sentir, no me gusta perderme en tus ojos de coral, prefiero pensar que este lugar es en el que menos estás, por que si estás aquí, tan cerca, montado en esas estatuas, observando gargólicamente mi vivir, diría que eres el peor Dios. "
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