8.2.07

En una sola llama


 

 

                                                                       A Sonia

                                                          No hay nada sino dos seres desnudos y abrazados

                                                           Un surtidor en el centro de la pieza

                                                           Manantiales que duermen con los ojos abiertos.

 

                                                                       OCTAVIO PAZ.

 

 

Cuando el mundo sabe a dónde va

Tú y yo abrazaos

En el centro del cuarti

Que es una nave quemada

A punto de llegar al lirio

De pie

En el lugar donde hubo un bosque

Una palabra

Nos encontramos

Anticipándonos a la gran carrera

Donde nadie ha de avanzar un paso

 

En tanta libertad

 

Mis manos bajan hasta tus nalgas

Tus senos quieren liberarse de ti

Incrustarse en mi pecho

Morderme

Tu mirada de niña

Galatea escondida bajo la falda del placer

Se llena de crecientes tentáculos

Abrazados

Proyectamos el mundo a cada paso

El mundo que ansiamos desconsoladamente

Herido en las fábricas y en las selvas

Arrastrado como un roble

Por elefantes que lloran

Aprendiendo a olvidar los pantanos

 

En tanta libertad

 

A veces me olvido que estamos en guerra

En tus pezones brinca un ciervo

Todo yo te recorro

Con aperos de agua erizada

Todo yo te respiro

Bailamos pianos con pies de potros

Mis labios en tu cuello son dos islas

En tanta constelación mareada de jazmines

Mis manos bajan hasta la empeñadura de tu espalda

Ahora voy a rodear de eucaliptos tu cintura

De semen tus eucaliptos verdaderos

De sol tus planos arquitectos

Oh tú que eres Boticceli en un ramo

Sor Juana entre mis piernas

 

Hoy es tiempo de amar

La policía no podrá detenerme

Si digo que hoy es tiempo de amar

Alrededor del cuarto han crecido acacias

De dos en dos

 

El olor del mundo es con nosotros

Sólo sentimos el rumor de nuestras carnes

Tu organismo es un estanque que resuella

 

En tanta libertad

 

Abrimos la piel como una puerta o manzana

Mi camisa cae al suelo

Súbito paracaídas para los títulos de los libros

Deja esa sábana en su equilibrio de espuma

No la toques

Mira mis manos

Como suben espantando las avezuelas de tus muslos

Ven

Deja esa música en su velo egipcio

No la toques porque se derramaría

Voy a gaviar años en tu piel

Voy a escribir sobre ti

 

En tanta libertad

 

Mi pensamiento encima de tu pensamiento

Tus muslos al lado de mis caderas

Alegres

Y el jadeo

Nos movemos como en una gran carrera

Donde nadie ha de avanzar un paso

Todo yo te respiro

Mi lengua se humedece bajo el chorro de tu piel

Me siento vivir en todas las azoteas del mundo

 

Soy un coyote merodeando tu cuerpo

Un jabalí mordisqueando el maíz de tu vientre

Un quetzal en tu cuello

La cama es un valle

Un satélite de nuestro lenguaje

Es bella como trigal mecido por los cuervos

Por las olas de los cuervos que picotean

Granos enrojeciendo nuestros párpados

 

Algo se avecina en este movimiento

Soy un músculo más de tu garganta

Como un embudo de hojas

La palabra llega de rodillas al aposento

Abrazados

Abrazados

¿Qué reloj nos llama?

¿Cuánto tiempo ha transcurrido sobre nuestras antorchas?

A mi lado izquierdo sonríes

Yo te beso maligno

¿Recuerdas la semana pasada?

Hemos recuperado el habla.

 

Mira el día

Asoma débiles garras por el resquicio del sueño

 

Y te beso

 

Aún en este mundo antiguo

 

 

 

 

OSCAR OLIVA. Estado de Sitio.



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3 comentarios:

Antonio dijo...

Es un placer volver por estas sus letras Miss Zal... un verdadero placer
Saludos Tijuaneros

Raúl H. Pérez dijo...

Un texto maravilloso.

Un saludo desde Mérida.

Tomás Ramos Rodríguez dijo...

Lo maravilloso fue encontrarte.

En el dia que te encontre.