9.12.07

Diciembre y sus posadas

Vaya que a veces las cosas no funcionan. Luego se da uno cuenta que el destino es un armatoste sin agarradera y nunca podemos controlarlo. Se quisiera llevarlo de la mano directo a happiness, pero la felicidad es una tierra lejana como las nubes, como el paraíso o como el infierno, más lejano aún. Vamos rodando todos y de pronto la soledad nos para de frente y cesan los tumbos que damos creyendo ir alcanzando la cima. Y siempre las mismas preguntas, por que, Ningún Lector, ya me cansé de ir sin otra compañía que mi sombra escuchando la música que alguien más debe escuchar, renovando al alter ego para charlas, imaginando al andar por esta ciudad que puede ser cualquiera, bueno, sin pista de hielo, pero aún así romántica como Berlín, hermosa y vaporosa como las ciudades en invierno, donde siempre cala en el alma no tener un brazo de donde lazarse para caminar, cala más que no tener una bufanda o un par de guantes. Entonces, ¿dónde estás?

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