5.3.08

El extranjero

Luego de mucha tranquilidad viene el huracán. Pasan las noches de Juárez y me arde cada vez más el deseo de largarme. Esta ciudad es un agujero negro donde ya nadie se encuentra. Si bien en el día la sordidez es menos sólida, por las noches cuajan todas las pasiones. Regresé a mis anomalías y rebeldías, supongo por que se están ajustando mis engranajes. Deseo regresar un poco el tiempo a esa última noche en dormí en la cama con mi madre. Va, va, la ciudad nos posee, demosle la carne a la ciudad y el alma a las estrellas. Ningún Lector te preguntaría si supiera que tienes respuestas, pero vos sos nadie, así que...

4 comentarios:

Tomás Ramos Rodríguez dijo...

Y el Ningun Lector, en ese desentendimiento, un dia quiza termine por suicidarse.

"Cada vez que veo brillar, a mi alrededor, tus labios sin voz, puedo entender, que es solo un beso..."

Lucybell, Mataz.

La musica quiza sea la unica caricia con que a veces en la distancia contamos.

Isela Alejandra dijo...

Es que no lo Tomes así. Ningún Lector, tú, como el Otro, eres inmortal. Hoy escuché como diez veces esa canción, ahi está la sintonía?

Tomás Ramos Rodríguez dijo...

La sintonía también es la ausencia. Lo que no puede atraparse. Como muchas cosas que tampoco pueden atraparse, en Ciudad Juárez.

Isela Alejandra dijo...

qué?