Hoy, mientras conducía, tuve una breve conversación con mi bebé. No me gusta agobiarlo, pero tengo tantas cosas que decirle! Sin embargo me da miedo no poder cumplir todas las promesas que le hago, pero es que no puedo contenerme, quiero que sepa que haré todo lo posible por que sea feliz.
Pero olvidé decirle- lo haré mañana, pero mientras que quede escrito- que es un honor ser quien le mostrará el mundo, y aunque siempre me quedaré corta, pues la vida, ah,la vida, es tan pero tan grande que no podemos asirla ni en toda una vida, ja, que sé que no podré mostrarle todos los ángulos, pero por lo menos nadie se encargará de mostrarle las cosas más lindas, sino yo, y eso me da miedito, pero me entusiasma y ya empecé, le he leído muy buenos cuentos y escuchamos muy buena música, ja, aunque todo es tan subjetivo, por que al final, él mismo será quien decida si los cuentos eran buenos o no.
Le dije que hay muchas cosas que admiro (y envidio, con perdón de Dios) de otras personas, como de su papá, admiro su sentido del humor, su facilidad para expresar sus emociones, su espontaneidad y su capacidad para hacerme sentir tranquila y feliz, y pienso si podré adquirir esas habilidades para ser mejor madre o sólo basta con acercarlo a esas personas a quienes amo o a quienes tienen esas virtudes de las que carezco, no sé, es difícil, pero lo cierto es que no quisiera que el envidiara nada a nadie, y por eso también le prometo que nunca nada le faltará, y las virtudes, pues espero que tampoco, aunque no sé si las virtudes las aprendemos o son innatas, supongo que son innatas pero genéticas, y muchas sin adquiridas de las etapas que vivimos.
Todo el tiempo pienso y pienso en cuestiones que jamás se me habían cruzado y hasta he pensado si esta especie de locura y delirio serán consecuencia de la maternidad y si eso me hará mejor madre, ja, supongo que si, mi madre no siempre parece muy cuerda y sin embargo es la mejor y en medio de sus delirios siempre atina y sabe la verdad de todo.
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