Estás solo. Tú púrpura.Rodeado del ay de los árboles,del ay de los muertos.Meces tu cuerpoa donde ca el viejo viento,esombrecido por las que se arrastran en el cielo.Ésta mañana estás solo.Dispuesto a ser instrumentode menudas alegrías.Palpitarás tus últimos instantesmientras tenue caricia te arrancará de tu suelo.Irás colgado de una mano,te será húmeda y lejana.
Soy tu sombra.
Soy tu coincidencia.
Tu alma duplicada.
Noches estrelladas nos hilaron con canciones.
Amistad de leyenda, deshacemos el mundo por el camino del exceso,
aliados en el placer de vivir.
Tu destino está trazado en mis manos
y en la mirada de despedida me llevé los pétalos de tu conciencia,
el humo de tu centro,
el beso soñado que flotará siempre en el desierto.
La gente tiene estrellas, que no son las mismas, para unos son guías para otros, luces pequeñas, pero para mí, son problemas, todos son problemas, y para ti mi reina tendrás una estrella, como nadie, como nadie la tenga. En manos, en manos de la tregua ,supe del fruto de la ciencia, su rigor y su belleza como guirnaldas de violetas, me dictaron, me dictaron las estrellas, que, que para ti mariposa de menta, siempre habr una de ellas, como nadie la tenga,como nadie la tenga. - Estrellas. Enrique Bunbury.
No basta soñar una caricia sobre tu morenez. Ni basta susurrar versos en las manos. No hay en línea un punto de verdad que conduzca a la sangre. Tu mirada luce muerta encarcelada en el tiempo, sin mirarme. Debo unirme a ti en un abrazo de viento que temo se pierda en tantas calles lloviznadas, en tantas ventanas abiertas. Quiero abonar a tus anhelos un beso desgastado de distancia, tiempo y miedo.
La lluvia amortigua los ruidos. Se sigue oyendo aún después de todo. Granizando sus gotas, hilvanando el hilo de la vida.
Mi corazón me recuerda que he de llorar/
por el tiempo que se ha ido, por el que se va/
Agua del tiempo que corre muerte abajo/
tumba abajo no volverá/
Me muero todos los días sin darme cuenta/
que está mi cuerpo girando/
en la palma de la muerte/
como un trompo de verdad/
Hilo de mi sangre, /
¿quién te enrollará?/
Agua soy que tiene cuerpo/
la tierra la berberá/
Fuego soy, /
aire compacto/
no he de durar/
El cielo sobre la tierra/
tumba muertos/
sobre el mar los siembra en hoyos de arena/
les echa cal/
Yo soy el tiempo que pasa/
es mi muerte la que va/
en los relojes andando hacia atrás/
La frontera de la realidad se disuelve en mar soñado. Ya no recuerdo tu voz, su lugar en la memoria está ocupado por el temblor, la sorpresa y la alegría. De tu voz sólo queda el sueño.Te quiero.
Letra de Álvaro Carrillo Musica de Álvaro Carrillo
Yo que fui del amor "ave de paso" yo que fui mariposa de mil flores, hoy siento la nostalgia de tus brazos, de aquellos tus ojazos... de aquellos tus amores. Ni cadenas ni lagrimas me ataron, mas hoy siento la calma y el sociego; perdona mi tardanza, te lo ruego, perdona al andariego que hoy te ofrece el corazon. Hay ausencias que triunfan y la nuestra triunfo, amemonos ahora con la paz que en otros tiempos nos falto. Y cuando yo me muera, ni luz, ni llanto, ni luto ni nada mas... Ay! junto a mi cruz, tan solo quiero paz...
El despertar es un bosque donde se recupera lo perdido y se destruye lo ganado. Y el futuro, una miseria que te encuentra a solas con tus pobres palabras.- José Emilio Pacheco.
