No love, no glory

Que nos hace escribir, andar, ver, escuchar, oler... saborear? La locura.

Anoche fue una locura, después de trabajar todo el dia cerré con broche de oro la jornada. Iba de pie en el camión hacia mi casa, y un disturbio entre un par de hombres ebrios desató a los demás pasajeros. Todo terminó cuando uno de ellos rompió varios cristales de las ventanas. Vaya, yo sólo veia, y me pasmé. Me entumecí de miedo. Y ahora pienso que llevo algún tiempo paralizada por el miedo. No me acerco a ti por que no sé que veré en tu rostro, una sonrisa, un no, una interrogante. Yo fallo pocas veces en la interpretación de las miradas, y lanzaste una clara, que me cimbró y me ilusionó. Vaya que el amor es la locura. Y el enamoramiento no es el amor pero es la cima de la locura. Es el juego más rico y fino. Yo no quiero amar sino enamorarme. Con esas ganas de acercarme y retirarme, de verte y luego no acordarme de ti. De danzar delicada a tu alrededor, sin que me notes, hasta cuando esté justo detrás de ti y desesperes por mi abrazo. Ya me enamoré de tus ojos, de tu voz y de tu manera de andar. Pero se sabe que el enamorado reclama cada vez más, y ahora me va urgiendo escucharte y no sé si me perderé por un abrazo. Hoy sólo tengo el sueño y cada día después de verte sólo quiero dormir para soñarte. En el sueño tú también estás enamorado. La locura es? Y a quien le queda duda.