10.9.06

Qué es arena sino testimonio plástico del memorioso universal...qué será arena sino recuerdo.


Todo es puerta

todo es puente

ahora marchamos en la otra orilla mira abajo correr el río de los siglos el río de los signos Mira correr el río de los astros se abrazan y separan vuelven a juntarse hablan entre ellos lenguaje de incendios sus luchas sus amores son la creación y la destrucción de los mundos

-De Noche en claro. Octavio Paz.




Hoy dijiste que leíste mi blog y la verdad me sentí importante. Tú. Cuántas veces te he dicho que Te amo, y, sin embargo, siento que vivimos a kilómetros. Hasta hoy, que te interesaste en mi de nuevo.

Diariamente vienes a mi mente. Desde que entré a trabajar a la librería.

Recuerdo mi primer día del otro lado del mostrador y me encuentro, a través de un espejo atemporal, frente a la niña de diez años que fui – que soy, quizá – comprando mi primer libro en serio: 100 000 km tras los ovnis.

Y seguí frecuentando la librería. Cada vez que íbamos al cine. Snake eyes, Twister, ID4 claro, cuántas, cuántas, cuántas tardes...Cuántas nubes... Los libros, Wicca, Brida, Quiromancia, Tarot, Hipnosis, cuántos, cuántos, cuántos libros. Las pláticas hasta las sinhoras de la madrugada, deseando que por combustión espontánea ardiera el conocimiento en nuestra cabeza, desarrollando nuestras teorías paganas sobre la personalidad múltiple, los hoyos negros, el tiempo, el espacio, la memoria. Juntas el universo nos quedaba corto para teorizar e imaginar, cuántas, cuántas, cuántas pláticas.

Recuerdo cuando tú eras la protagonista de mi historia. ¡Gran absurdo! Y de un momento a otro, nadie fue más protagonista que yo. Claro, en mi propia vida. Y ahora me parece un poco difícil compartir el escenario. Pero hay algo, hay algo aquí dentro, que me intranquiliza, que no me deja satisfecha, será que se nos está yendo la noche... será que hay eclipse, ¿será que ponemos poca atención?

Yo también te extraño. Casi me pasa de noche el más importante de los sucesos de tu vida: te desmembraste, te expandiste más allá de tu ser, hasta ser otro: Luisa Fernanda. Hasta hoy que la veo sonreír, con total inteligencia, que me ve, con su mirada sin edad, con sus ojos nuevos, hasta ahora, me estremece el milagro.

Si escribo no es para que me lean los desconocidos imparciales, a quienes mi vida les va y viene y en nada les afecta lo que yo digo. Que no son necesariamente todos los que conozco. Sin embargo, saberme leída por ti, eso si me envanece, me alegra y me inspira. Tú me conoces, me has conocido a través de mis matices, ahora disto mucho de ser la niña aquella que avanzaba al ritmo de tu parpadeo, que se convirtió, a fuerza de ser tu sombra, en tu conciencia, y que sin voz ni oído, telepáticamente concebía tus pensamientos.

Ahora somos seres casi opuestos. Tu güera, yo trigueña. Tu madre, esposa. Yo sólo Isela. Nos fluye la sangre, el apellido, la nariz, las piernas, la hondura de juicio. Entonces tal vez seamos las mismas.

¿Entonces?

Sister forever? I hope. I Love You Sistercita.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuantos años, cuantas tardes y cuantas noches...? y ni querer olvidarlas!!!
Te amo, como ayer, como hoy, como siempre, y ningún triste recuerdo empaña lo que Te he Amado desde siempre...
Mi conciencia...?... Más que eso eres, eres yo misma, cómo bien lo dices. Eres tan yo, que te extraño a morir... Esta lejania me ha hecho reflexionar y admirarte...
Te Amo Hermana.
Te Amo...