10.9.06

Tres recomendaciones

Hay veces que la ciudad me produce miedo. Zacatecas no es la misma de mis sueños recurrentes. Hoy amaneció nublado...

- Ojos de entonces. Juan Gerardo Sampedro.

Claro, claro, claro, tiene mucho de bueno trabajar en una librería. Conseguí el último ejemplar de Ojos de entonces de Juan Gerardo Sampedro con un veinticinco por ciento de descuento. Si nació en 1955- me pregunto- ¿cuántos años tendrá? Cincuenta y uno. Tres menos que mi padre. Debe ser un señor simpático. De hecho ya casi es su cumpleaños.

Después de leer su libro- imagino autobiográfico- me dieron muchas ganas de tomarme un six con él. O bueno, no sé si beba ahora, pero me gustaría que me contara más cosas de su vida. Más de Zacatecas. Y es que por alguna extraña razón- bueno, ni tan extraña- pensé, cuando terminé de leer Ojos de entonces, que todo aquel que se atreva a llamarse zacatecano, como yo, debe tener en su bagaje, -¡oh maldita palabra esa de bagaje que no paraba de repetir la maestra Lourdes!- de lecturas esta obra de Sampedro.

Por lo pronto les insistí a mis padres, zacatecanos ambos, a leerlo a partir de sus recuerdos de los chicles Mágicos envueltos en un papel que soltaba proféticas frases cuando se le acercaba el fuego. Mirá, qué tiempos aquellos:

"El abuelo prefiere la Lavanda Añeja. Es una colonia que se impregna en el espacio. Viene en un frasco que parece un ropero en miniatura.[...] Dice el abuelo que es la mejor de las colonias. Yo me siento fresco cuando me la unto." Pág. 61.

Me fascina el lenguaje de Juan Gerardo [espero que no se enoje por tutearlo] tan fresco, todavía puedo entender su jerga y yo estoy muy alejada de los setentas, de Puebla, y muy lamentablemente como a mil seiscientos kilómetros de Zacatecas también...

De verdad, zacatecanos, leanlo, es divertido, con sus tintes melancólicos, bastante sencillo en su tratamiento pero muy muy enriquecedor.

Por otra parte la librería me reportó otros dos aciertos en lecturas, solo que éstos fueron mucho más gratos: gratuitos!

Primero Carta de amor y otros textos de Rodolfo Usigli. Todo el mundo alaba su Gesticulador, pero yo, pobrecita, no lo he leído, sólo he leído textos acerca de esa obra ...en fin, que Carta de amor resultó chocante para mí,

"Pero ahora mismo, al levantarme, me arrebata de pronto la impresión de que voy a encontrarte, de que vamos a tropezar el uno con el otro en tal forma que no podremos menos que caer tú en mis brazos, yo en los tuyos, y nos echaremos a reír a carcajadas. ¡De pura felicidad!" p. 18

dado que la distancia me ha hecho sangrarme la razón y el sentimiento del puro deseo de encontrarme con la persona que amo y está lejos.

Maravillosa la carta.

La segunda obra ¡Buenos Días Señor Presidente! Como una nueva parodia de La vida es sueño de Calderón, pero trasladada a los tiempos de Echeverría me hizo reír con ganas, aunque poco a poco se fue tornando más oscura la comedia a medida que se imponía su similitud con la "nueva" situación política de México: imaginemos a Segismundo ¿Obrador? o ¿Calderón? :

-¡ay mísero de mi, ay infelice de mi! [de la v. de Calderón de la Barca]

Soñé seguramente por que quería ser libre de soñar siquiera y ahora soy prisionero y esclavo de mis sueños como todos los hombres, y, como todos, me equivoqué y pensé que soñar era estar despierto y que el sueño es la acción cuando no es más que engaño y sufrimiento. Me soñé ángel liberador y quise rehacer y mejorar el mundo en mi patria. Me soñé Presidente, y, soñando, en pocos instantes fui soberbio, y colérico condené a morir a hombres que a pesar de todo eran mis hermanos...[De la v. de Usigli]

Y ¿a qué le tiras mexicano cuando sueñas?

Yo no quiero durar, yo quiero vivir, ¡que dure la ropa!

La vida es dura, hay otro tipo de vida que no es dura, pero tampoco es vida.

-Mauricio Achar

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Algo también muy bueno y gratuito fue el libro Mauricio Achar. Un librero de nuestro tiempo elaborado por las más importantes editoriales del país, en coordinación con Inés Rancé por el 2005 en honor al creador, si, creador de la Librería Gandhi. Me pareció extraño tener tales ejemplares en la empresa en que trabajo, Librerías de Cristal, competencia, imagino.

Pero claro, a veces la sabiduría de los hombres trasciende el grueso del dinero y nos llegan las historias de aquellos seres ejemplares de lo que siempre hay que hablar, como de Mauricio Achar.

Ésta compilación de escritos de algunas personas que yo sí conocía y otras que no [los que sí Germán Dehesa, Ricardo Garibay, Tania Libertad, Federico Reyes Heroles, Julio Sabines, hijo de Jaime, ¡ay Jaime!, Ignacio Solares y Guadalupe Pineda, muy pocos, ya saben que soy ignorante] y que convivieron con el magnífico hombre que fue Achar. Verdadero alquimista de los descuentos, un hombre que creía en la juventud de su tiempo: los hippies e intelectuales setenteros- y que negoció noblemente con el artículo más chicho del mundo: el libro. La verdad, la verdad, a mi me hubiese gustado cogerle la mano a este señor Mauricio, que ya descansa en paz, pero sabiamente, quienes idearon este libro ¡gratuito! nos dan la oportunidad a muchos de, al menos, simbólicamente, hermanarnos con Achar.

De verdad que me levantó el ánimo leer sobre un hombre tan dichoso, tan rico y tan feliz. Sólo se trata de desempolvar la libertad y hacer uso de ella. Por lo pronto yo todavía tengo tres ejemplares gratuitos en la Cristal para quien guste pero primero tendrá que merecérselo comprando de perdis, jaja, de perdis algo de Saramago.

Hasta aquí de libracos...

Izela Do Zal

07.09.06

PD. El otro día en la librería llega una niña, bueno, una puberta: "¿Tiene el libro Crónica de una muerta angustiada? De García Márquez..." Jajajajaja ¡¡¡Dios nos guarde!!!

1 comentario:

r o m e l i a dijo...

La comprendo: a mi me produce angustia la muerte.