11.12.06
Se cumplen los deseos
8.12.06
ZZZZZ...
6.12.06
5.12.06
Estando aquí no estoy...
29.11.06
Termina Noviembre
18.11.06
Amanece tan pronto....
16.11.06
1.11.06
Sin regreso...
13.10.06
Octubre
10.10.06
9.10.06
21.9.06
Expatriada
En el coche una canción empieza a sonar
el soundtrack perfecto para algo a punto de reventar.
¿quién será el primero en cantar?
- Soundtrack. División minúscula.
Escucho División Minúscula, tal como lo sugeriste. No pensaba que fuera punk, aunque debería haberlo imaginado. Me agrada. Pero aún no lo hago parte de mi. Abro el cuadernillo de las letras y las fotografías interiores me muestran la ciudad del mundo: puede ser Monterrey, puede ser Mérida, puede ser Tijuana, Oaxaca, Puebla, puede ser Juárez, podría ser Zacatecas. En realidad de noche, cualquier ciudad es La ciudad. Truculentas luces, parpadeantes neones, velocísimos besos. Oscuridad, penumbra, deslumbre, fenómenos comunes a las pasiones nocturnas, pasiones nocturnas citadinas.
Discrimino. No fue igual besarnos al lado de la carretera anochecida, que al filo de la escalerilla del autobús, que en la solidez de nuestra casa.
Nada es igual. Mucho menos sin tus besos. Nada es igual ni mejor sin ti.
La música me ocasiona un extrañamiento, imagino, similar al que tú sentías como extemporáneo. Yo no me siento de antes, es sólo que me siento de otro lado. Pienso en las manías de mis contemporáneos:
Ceso el ejercicio de escritura para pintarme las uñas. No es un ejercicio inspiracional, es sólo una llana perdida de tiempo.
Dejamos de hacer cosas importantes, apostamos a una pausa para hacer cualquier cosa inútil: mensajes sms, beber una coca cola, asomarnos a la calle, yo, pintándome las uñas. Acciones estúpidas.
Ahora escucho a las Jilguerillas, El rancho
a veces siento nostalgias
¿estaré enferma de nostalgia? Pero una nostalgia histórica, ancestral, incluso universal.
Añoro los días anteriores a la Conquista. Añoro la éra protozooica. Añoro nadar en el alma universal, sin cuerpo y sin conciencia.
Añoro los tiempos del charleston y del blues. Extraño tanto a José Alfredo Jiménez.
Ahhhhh
.
Es todo por este post.
ZAL.
Septiembre 14, 2006.
La última predicción
Destino. Palabra que el fondo del río saca como un pez, Como una mejilla donde la corriente puede llorar Sin que lo noten las orillas. - De Para la vida. José Carlos Becerra
10.9.06
Qué es arena sino testimonio plástico del memorioso universal...qué será arena sino recuerdo.
Todo es puerta
todo es puente
ahora marchamos en la otra orilla
mira abajo correr el río de los siglos
el río de los signos
Mira correr el río de los astros
se abrazan y separan vuelven a juntarse
hablan entre ellos lenguaje de incendios
sus luchas sus amores
son la creación y la destrucción de los mundos
-De Noche en claro. Octavio Paz.
Hoy dijiste que leíste mi blog y la verdad me sentí importante. Tú. Cuántas veces te he dicho que Te amo, y, sin embargo, siento que vivimos a kilómetros. Hasta hoy, que te interesaste en mi de nuevo.
Diariamente vienes a mi mente. Desde que entré a trabajar a la librería.
Recuerdo mi primer día del otro lado del mostrador y me encuentro, a través de un espejo atemporal, frente a la niña de diez años que fui que soy, quizá comprando mi primer libro en serio: 100 000 km tras los ovnis.
Y seguí frecuentando la librería. Cada vez que íbamos al cine. Snake eyes, Twister, ID4 claro, cuántas, cuántas, cuántas tardes...Cuántas nubes... Los libros, Wicca, Brida, Quiromancia, Tarot, Hipnosis, cuántos, cuántos, cuántos libros. Las pláticas hasta las sinhoras de la madrugada, deseando que por combustión espontánea ardiera el conocimiento en nuestra cabeza, desarrollando nuestras teorías paganas sobre la personalidad múltiple, los hoyos negros, el tiempo, el espacio, la memoria. Juntas el universo nos quedaba corto para teorizar e imaginar, cuántas, cuántas, cuántas pláticas.
Recuerdo cuando tú eras la protagonista de mi historia. ¡Gran absurdo! Y de un momento a otro, nadie fue más protagonista que yo. Claro, en mi propia vida. Y ahora me parece un poco difícil compartir el escenario. Pero hay algo, hay algo aquí dentro, que me intranquiliza, que no me deja satisfecha, será que se nos está yendo la noche... será que hay eclipse, ¿será que ponemos poca atención?
Yo también te extraño. Casi me pasa de noche el más importante de los sucesos de tu vida: te desmembraste, te expandiste más allá de tu ser, hasta ser otro: Luisa Fernanda. Hasta hoy que la veo sonreír, con total inteligencia, que me ve, con su mirada sin edad, con sus ojos nuevos, hasta ahora, me estremece el milagro.
Si escribo no es para que me lean los desconocidos imparciales, a quienes mi vida les va y viene y en nada les afecta lo que yo digo. Que no son necesariamente todos los que conozco. Sin embargo, saberme leída por ti, eso si me envanece, me alegra y me inspira. Tú me conoces, me has conocido a través de mis matices, ahora disto mucho de ser la niña aquella que avanzaba al ritmo de tu parpadeo, que se convirtió, a fuerza de ser tu sombra, en tu conciencia, y que sin voz ni oído, telepáticamente concebía tus pensamientos.
Ahora somos seres casi opuestos. Tu güera, yo trigueña. Tu madre, esposa. Yo sólo Isela. Nos fluye la sangre, el apellido, la nariz, las piernas, la hondura de juicio. Entonces tal vez seamos las mismas.
¿Entonces?
Sister forever? I hope. I Love You Sistercita.
Tres recomendaciones
Hay veces que la ciudad me produce miedo. Zacatecas no es la misma de mis sueños recurrentes. Hoy amaneció nublado...
- Ojos de entonces. Juan Gerardo Sampedro.
Claro, claro, claro, tiene mucho de bueno trabajar en una librería. Conseguí el último ejemplar de Ojos de entonces de Juan Gerardo Sampedro con un veinticinco por ciento de descuento. Si nació en 1955- me pregunto- ¿cuántos años tendrá? Cincuenta y uno. Tres menos que mi padre. Debe ser un señor simpático. De hecho ya casi es su cumpleaños.
Después de leer su libro- imagino autobiográfico- me dieron muchas ganas de tomarme un six con él. O bueno, no sé si beba ahora, pero me gustaría que me contara más cosas de su vida. Más de Zacatecas. Y es que por alguna extraña razón- bueno, ni tan extraña- pensé, cuando terminé de leer Ojos de entonces, que todo aquel que se atreva a llamarse zacatecano, como yo, debe tener en su bagaje, -¡oh maldita palabra esa de bagaje que no paraba de repetir la maestra Lourdes!- de lecturas esta obra de Sampedro.
Por lo pronto les insistí a mis padres, zacatecanos ambos, a leerlo a partir de sus recuerdos de los chicles Mágicos envueltos en un papel que soltaba proféticas frases cuando se le acercaba el fuego. Mirá, qué tiempos aquellos:
"El abuelo prefiere la Lavanda Añeja. Es una colonia que se impregna en el espacio. Viene en un frasco que parece un ropero en miniatura.[...] Dice el abuelo que es la mejor de las colonias. Yo me siento fresco cuando me la unto." Pág. 61.
Me fascina el lenguaje de Juan Gerardo [espero que no se enoje por tutearlo] tan fresco, todavía puedo entender su jerga y yo estoy muy alejada de los setentas, de Puebla, y muy lamentablemente como a mil seiscientos kilómetros de Zacatecas también...
De verdad, zacatecanos, leanlo, es divertido, con sus tintes melancólicos, bastante sencillo en su tratamiento pero muy muy enriquecedor.
Por otra parte la librería me reportó otros dos aciertos en lecturas, solo que éstos fueron mucho más gratos: gratuitos!
Primero Carta de amor y otros textos de Rodolfo Usigli. Todo el mundo alaba su Gesticulador, pero yo, pobrecita, no lo he leído, sólo he leído textos acerca de esa obra ...en fin, que Carta de amor resultó chocante para mí,
"Pero ahora mismo, al levantarme, me arrebata de pronto la impresión de que voy a encontrarte, de que vamos a tropezar el uno con el otro en tal forma que no podremos menos que caer tú en mis brazos, yo en los tuyos, y nos echaremos a reír a carcajadas. ¡De pura felicidad!" p. 18
dado que la distancia me ha hecho sangrarme la razón y el sentimiento del puro deseo de encontrarme con la persona que amo y está lejos.
Maravillosa la carta.
La segunda obra ¡Buenos Días Señor Presidente! Como una nueva parodia de La vida es sueño de Calderón, pero trasladada a los tiempos de Echeverría me hizo reír con ganas, aunque poco a poco se fue tornando más oscura la comedia a medida que se imponía su similitud con la "nueva" situación política de México: imaginemos a Segismundo ¿Obrador? o ¿Calderón? :
-¡ay mísero de mi, ay infelice de mi! [de la v. de Calderón de la Barca]
Soñé seguramente por que quería ser libre de soñar siquiera y ahora soy prisionero y esclavo de mis sueños como todos los hombres, y, como todos, me equivoqué y pensé que soñar era estar despierto y que el sueño es la acción cuando no es más que engaño y sufrimiento. Me soñé ángel liberador y quise rehacer y mejorar el mundo en mi patria. Me soñé Presidente, y, soñando, en pocos instantes fui soberbio, y colérico condené a morir a hombres que a pesar de todo eran mis hermanos...[De la v. de Usigli]
Y ¿a qué le tiras mexicano cuando sueñas?
Yo no quiero durar, yo quiero vivir, ¡que dure la ropa!
La vida es dura, hay otro tipo de vida que no es dura, pero tampoco es vida.
-Mauricio Achar
.
Algo también muy bueno y gratuito fue el libro Mauricio Achar. Un librero de nuestro tiempo elaborado por las más importantes editoriales del país, en coordinación con Inés Rancé por el 2005 en honor al creador, si, creador de la Librería Gandhi. Me pareció extraño tener tales ejemplares en la empresa en que trabajo, Librerías de Cristal, competencia, imagino.
Pero claro, a veces la sabiduría de los hombres trasciende el grueso del dinero y nos llegan las historias de aquellos seres ejemplares de lo que siempre hay que hablar, como de Mauricio Achar.
Ésta compilación de escritos de algunas personas que yo sí conocía y otras que no [los que sí Germán Dehesa, Ricardo Garibay, Tania Libertad, Federico Reyes Heroles, Julio Sabines, hijo de Jaime, ¡ay Jaime!, Ignacio Solares y Guadalupe Pineda, muy pocos, ya saben que soy ignorante] y que convivieron con el magnífico hombre que fue Achar. Verdadero alquimista de los descuentos, un hombre que creía en la juventud de su tiempo: los hippies e intelectuales setenteros- y que negoció noblemente con el artículo más chicho del mundo: el libro. La verdad, la verdad, a mi me hubiese gustado cogerle la mano a este señor Mauricio, que ya descansa en paz, pero sabiamente, quienes idearon este libro ¡gratuito! nos dan la oportunidad a muchos de, al menos, simbólicamente, hermanarnos con Achar.
De verdad que me levantó el ánimo leer sobre un hombre tan dichoso, tan rico y tan feliz. Sólo se trata de desempolvar la libertad y hacer uso de ella. Por lo pronto yo todavía tengo tres ejemplares gratuitos en la Cristal para quien guste pero primero tendrá que merecérselo comprando de perdis, jaja, de perdis algo de Saramago.
Hasta aquí de libracos...
Izela Do Zal
07.09.06
PD. El otro día en la librería llega una niña, bueno, una puberta: "¿Tiene el libro Crónica de una muerta angustiada? De García Márquez..." Jajajajaja ¡¡¡Dios nos guarde!!!
3.9.06
Mundanidades
Quisiera comprometerme a escribir más en mi blog, pero después de Bukowski, ya nada es igual y comprometerme a escribir es solo una vanidad.
Hoy pasaba frente al museo y me pidieron una firma por la paz. Yo, a mi paso frenético mundano de obrera o empleada, firmé sintiéndome Rigoberta Menchú. Y notaba el grito del momento "histórico" aunque todos lo sean, históricos e histéricos, al firmar aquella gran hoja sonriendo al flash.
Fui al banco. No me gusta ir al banco. Yo soy provinciana no capitalista. Un mal chiste, lo sé. Bien, no quiero ir más al banco pero mi tarjeta no es visa y la rechazarán y no quiero pasar por eso. Podría sentirme importante hablando de bancos y tarjetas, debería ser así por que esto está en mi blog, el espacio mundano, el ciberespacio, y yo me reservo lo mejor de la vida para el silencio. Esto es sólo scrap como dice Vero...
Bien, encontré a Gèraldy en un bazar, en francés a veinte pesos, su fabuloso libraco a un precio ridículo
o quizá no. Y hablando de franceses asuntos, ya sé que es eso que canta Liliana Felipe de Cortázar: "C'est la java celui quis ' en va" !pobre de mí ignorante!
No me importa = Filosofía Bukowskiana.
Quiero Rayuela, Plenilunio, Tierra pródiga, Arte de tener siempre la razón, Ser y el tiempo, Trilce, Antología del aire.
Quiero a Bartra, a Rius, a Neruda, a Kayser, más de Usigli, más de Bataille, a Sabines, siempre a Saramago, siempre a Dos Passos, siempre a Porchía
A Galeano persiguiéndome a través de sus lectores.
Llueve aun, los perros ladran.
Juárez ya es respirable.
Mañana, viernes, hay Rascón Banda. El sábado Babasónicos y Panteón Rococó. Alguien dice que en este año Cerati.
Hay teatro, pintura, mancias, ovnis, ángeles, cafés mokas, tesitos, cerveza, vino, poco pero hay, hay un anillo con dos flores de lis, hay Gonzalo Rojas en mi computadora, hay más y más hojas por escribir.
Yo jamás hubiera sido beat, ni nihilista, ni fatalista, ni pesimista, ni valemadrista, ah, y tampoco soy andrésmanuellópezobradorcista, para quienes creen que saben más de mi que yo misma, claro, mucho menos panista, recuerden que
sólo puedo ser partidaria y fan de mi misma.
Cd. de las bajas pasiones XXXI.VIII.MMVI. 13.01 hrs.
Gestión
Ha nueve meses que dentro del escarabajo engendramos lo que germina
y alumbro hoy.
Una sonrisa envidiable, un semblante único
del enamorado que se sabe amado por su amante.
El brillo de la mirada
que mira lo antes mirado con nueva mirada;
ha nueve meses que
nos besamos en tal carretera
jugando a ser dos libélulas
campo traviesa.
Ha nueve meses que por vez primera
nuestros rostros se enfrentaron
en la incadescencia del deseo
y nos liamos en aquel abrazo
que hoy,
a tiempos de mujer
voy a parir en una traducción
de amor para el cosmos.
Nueve meses número-concepto
de vida y grandeza.
22 agosto 2006-08-23
Y los hombres de hoy han visto tantas cosas, han estado en tantos lugares y han pasado por tantas calamidades, que aun cuando a veces olvidan quiénes son, lo menos que se puede hacer con lo que se ha visto y sabido es guardar su memoria y ofrecer testimonios.
Las ciencia, las artes, la filosofía y la historia no son más que algunos nombres bajo los cuales se organizó y ejecutó el asalto burgués a las esferas del saber y la cultura de los feudales; y muerto el perro
Cumplida la tarea y el forcejeo por el dominio, el programa cambia. Ya no se trata de arriesgar, de luchar a muerte cosa que todavía sabían hacer la filosofía y el arte en tiempos de Nietzsche, Dostoyevski o Picasso sino de administrar, y para administrar no hacen falta armas críticas, ni siquiera inteligencia, vasta con la astucia de las computadoras. pp. 66-67
Crimen atribuible al tiempo y por supuesto a España, que también lo sufre, el hecho es que la espiritualidad específicamente hispanoamericana se ha desarrollado y consolidado con la casi total ausencia de la filosofía y sin el concurso de los filósofos, generándose así una conciencia proclive a los extremos: a la cerrazón, al incesto espiritual o a la imitación, a la debilidad ideológica, a la nordomanía, al bovarismo
O que en el menos malo de los casos ha incluido, subordinándolo a la religión (tan persistente, tan enraizada) o a la literatura (tan buena, tan completa), un incipiente y siempre bisoño pensamiento reflexivo. pp. 99
De Las tareas filosóficas del presente. Testimonios de una experiencia reflexiva. Aureliano Ortega Esquivel.
30.8.06
60's
A veces pienso quién, quién estará viviendo ronco mi juventud
con sus mismas espinas, liviano y vagabundo,
nadando en el oleaje de las calles horribles, sin un cobre,
remoto, y más flexible: con tres noches radiantes en las sienes
y el olor de la hermosa todavía en el tacto.
-De A veces pienso quién. Gonzalo Rojas.
Nacemos y es un rasguño apenas la desgarradura y nunca
cicatriza y arde y es una estrella de luz propia,
nunca se apaga la diminuta llaga, nunca se borra la señal de
sangre, por esa puerta nos vamos a lo oscuro.
También el hombre fluye, también el hombre cae y es una
imagen que se desvanece.
De Mutra. Octavio Paz.
A Don José Carmen Lira Moctezuma
Sin permisos ni concesiones me atrevo a escribir mis bajos versos
sobre su vida paralela e inexplorada por mis pupilas gustativas.
¿Por qué un hombre que juega sus roles de viudo, padre y abuelo?
¿Qué materia de poesía es?
En primera instancia la que él evade.
Yo no le conozco y puedo adivinar, pero esos juegos
mágicos son para otras ocasiones menos solemnes;
¿es éste un poema? ¿Sobre qué?
Sobre ese hombre que no me da más que un enigma, una vida vivida,
un murmullo de mariposa rota en su respiración,
un luto sureño,
una tumba con sus flores y su amor
costumbres y fervores dispensados en arrugas,
que más me dan sus años lozanos
mientras entreteje los silencios y humedades
en sus charlas matinales con la difunta
que no logrará olvidar.
Qué más me dan sus siembras y su vida que es un rodar de voces
y lugares
un excavar de sudores.
II
Cómo podría adelantarme a sus pensamientos de desilusión,
decrepitud imaginada
y ocio mental,
de cansancio sideral y recordaros
aquella antaña vanidad por llevar sobre los hombros esa historia,
por tener la paciencia memoriosa de la chica aquella,
de los labios estos,
de las ternuras bebidas y
de los pasos andados.
Es posible armonizar con las décadas
y los días que pesan y a veces se olvidan.
es posible desdeñar la piel vencida después de las duchas diarias.
es posible aborrecer la cárcel corpórea que antiguamente nos dio el goce
y ahora nos apretuja algunas veces entre la enfermedad y la nostalgia.
¿Que diré yo cuando te vea, hombre,
en mi espejo femenino con la historia ya escrita y no
inventada, imaginada o siquiera intentada como está la mía ahora?
Qué te digo ahora, en mis temps verdes y fértiles de sufrimientos y sorpresas,
cuando a ti te dan risa ya mis divagaciones e intentos de filosofía,
cuando el flashback es el ejercicio nocturno que te atrae el sueño.
Sin concesiones ni permisos me inventé todas las palabras,
y aquí, diré, que las palabras más valiosas de éste intento
son las que lloriquean en el epígrafe.
Por Izela Do Zal.
C. Juárez, Chihuahua
PLANETARIOS DESVELOS
¡Un post neurótico!
Creo que han pasado ya meses desde que por última vez publiqué. Creo que desde entonces siguen las dudas electorales y en Oaxaca se cumplen los noventa y cinco días de sitio. Desde entonces mi situación ha variado de escenario. Ahora trabajo. Ja. Siempre que hago mis confesiones que es siempre- en el blog y expongo a los que me rodean me vienen los escrúpulos, pero por lo general ese trago amargo y pseudo vergonzoso pasa pronto.
Estoy en una librería en la fronteriza Ciudad de las bajas pasiones.
Han pasado extrañas cosas. He trabajado más de lo que requiere la jornada. En Juárez ha seguido lloviendo, un clima apto para nostalgias nos envuelve.
Han pasado los días y es ambigua mi existencia, tal vez como siempre lo ha sido, tal como nunca me había dado cuenta; haciendo de los sitios mis lugares, apropiándome de las simpatías, de los ecos, de los miedos, temores y sospechas de los otros.
Vi a la madre que me odia por hacer sufrir a su hijo. A la madre que creo que me odia, pero que tal vez solo es indiferente a mi presencia.
Mi vida toma cauces que no sospechaba en mis líneas, que las mancias jamás me habían revelado, querrá decir ello que no hay mancia? Qué querrá decir encontrarme con aquellos que se dicen de luz, que se saben sabios, que se cantan y alaban y en quienes me pierdo por instantes, en quienes no reservo los fulgores de mi divinidad?
Tengo miedo, de nuevo. Tan cerca de mis ascos más profundos, de mis fobias más graves.
Llegó Víctor de DF. Sirven leche agria en Sanborns. Fuimos al Whiskey y gané un boleto para el concierto de Babasónicos y Panteón Rococó y no fui por él. Desconozco de donde sacó Liliana Felipe su canción de Java que dice es extracto de un texto de Cortázar. No he leído a Cortázar como mi Dios Zal lo manda. Las recomendaciones de leer a Galeano van en alza. Dos hombres fuera de sí se conocieron más por que me conocieron a mi. Y no es vanidad. No me dijeron nada que yo no supiera.
Extraño cada día a Inari. Sin que aumente o disminuya la nostalgia pasan los días. Lo que si aumenta es nuestro amor, al margen de la cultura popular, las canciones, las lluvias y los dichos imprecisos sobre el amor y la distancia.
Me he decepcionado de algunos conocidos que quería. Un poeta trasgresor de la conducta humana y femenina ya no entra en mi círculo de seres respetados.
Compré de nuevo la Antología Poética de Gonzalo Rojas, para que aquel que jamás pudo despegarse de esos discos que no eran suyos, sino míos, sepa así yo jamás me quedo sin lo que me place.
He aprendido que a veces estamos arriba, y a veces abajo, sin que el Kamasutra y otros textos más buscados en la literatura pornográfica [lo digo no para que empiecen los vulgares literatos a reprocharme lo de lo porno, si no en honor a los clientes que usan los términos indistintamente y que son mejores que los literatos por que ellos si pagan] tengan nada que ver, es la de siempre metáfora de la rueda de la fortuna
ahora creo que estoy arriba, haciéndole el amor a la palabra. Y eso por lo general es pecado, un acto envidiado, juzgado y penado.
Es mi deber saludar a aquel que escribirá Carta al aire. Casi podría decir que ha cambiado mi vida, pero no soy buena para regalar vanidad a nadie.
Quisiera ser como dicen que soy, culta, inteligente, hermosa, talentosa y sobre todo, humilde y modesta, Ja,
¿¿¿Me extrañaban Ningún Lector???
Con Amor la
Zal
Cd. Juárez a ㊃ 24.08.06.
ESTE POST TIENE POSTDATA:
CON GRAN SORPRESA TENDRÉ QUE DEJAR MIS SUEÑOS PLUTONIANOS PUES AHORA SER ENANO PLANETA LO SACÓ DE LA LIGA DE LOS ACEPTADOS DENTRO DEL SISTEMA SOLAR.; CAMBIEMOS TODOS LOS ESTUDIOS, TODOS LOS CEREBROS PARA QUIEN ALGUNA VEZ RECITÓ: MERCURIOVENUSTIERRAMARTEJÚPITERSATURNOURANONEPTUNOYPLUTÓN.
MIS HIJOS, SI LOS HAY, OS SALUDO Y LES DIGO QUE YA JAMÁS INCLUIRÁN A PLUTÓN COMO NOVENO PLANETA DEL SISTEMA SOLAR Y A SAILOR PLUTO LE DIGO QUE YA NO SE PRECISA DE SU AYUDA. CUANTAS VIDAS NO NOS CAMBIA PLUTON. QUE YA NO ES PLANETA SINO MASA A LA DERIVA
QUE NOVEDAD!
20.7.06
Trato de escribir en la oscuridad tu nombre. Trato de escribir que te amo. Trato de decir a oscuras todo esto. No quiero que nadie me mire a las tres de la mañana paseando de un lado a otro de la estancia, loco, lleno de ti, enamorado. Iluminado, ciego, lleno de ti, derramándote. Digo tu nombre con todo el silencio de la noche, lo grita mi corazón amordazado. Repito tu nombre, vuelvo a decirlo, lo digo incansablemente y estoy seguro que habrá de amanecer. - Jaime Sabines.
10.7.06
2.6.06
Alta mar.
Salió de la habitación con seis cajas. Sacó la olla de aluminio y se centró en el patio.
Encendió una de la infancia.
El fuego fue definitivo. Lo que cae en su abismo es irrecuperable.
Y eso deseaba, no recuperar jamás el pasado.
Se consumió la primera caja, había que mezclar como en un caldero, donde se formulaba su vida, cartas, cartas de su niñez, de la educación secundaria, donde sus íntimas confesaban su primer novio, su primer beso, sus periodos menstruales, donde palpitaba la irrelevancia de sus vidas. Simples adolescentes fundidas en la televisión, la indolencia del shopping y las modas, calcomanías, tintas de colores pastel, eso contenían las cartas de la primera etapa de la educación secundaria.
Luego el turno fue de las primeras cartas de hombres. Hombrecitos pubertos, cartas de no cambies nunca eres una súper amiga; más de media hora de humo blanco, de hoguera de papeles que perdieron su importancia a penas leídos
Entró a cenar. Su madre comentó durante la cena que no creía verle tan tranquila después de pasar diez años conservando todas esas cartas apiladas, ella aceptó que nunca antes pensó en deshacerse de ellas, y que a estas alturas conservarlas sería una necedad, al fin que esas personas que antes escribían eres mi mejor amiga ya no tenían ninguna participación en su vida, y, habitantes del pasado, no desquitaban el espacio en casa, y en su memoria, que guardaba tantas palabras viejas.
Regresó al patio hacia las diez de la noche. Encendió el fuego con las cartas de los novios. El humo ascendía y enturbiaba aún más la visión de las estrellas. Pensaba que a veces eso trascendía y el pasado impedía ver el presente, y lo futuro. Sentía cómo el fuego la desafiaba a entregar todos aquellos recuerdos inútiles que la asediaban, todos aquellos que la entretenían durante las noches, todas esas memorias de gente desconocida que alguna vez pertenecieron a quien fue.
Cargando durante tanto tiempo con promesas de amor, ya caducas, sólo conseguía empañar su vida.
Algunas cartas parecían resistirse al fuego, ella las removió y observó cómo se cubrían con las cenizas de unas y de otras como evitando formar parte de esa ruina, buscándose una nueva imagen para un después, crepitando sus discursos, disimulando sus lágrimas y gritos entintados, derretidas entre las llamas.
Desde que aprendió a leer y escribir se volvió afecta a las cartas. Le escribía a su madre el diez de mayo. A su padre en su cumpleaños. A sus hermanas para animarlas o para disculparse con ellas tras una travesura o, más grande, para confesarse o argumentar sobre algún conflicto familiar. En la primaria se escribía con sus mejores amigas, sobre sus problemas en casa, sobre los compañeros de clase, sobre sus inquietudes. Así se comunicaba mejor. Demostraba que era noble al brindar tanto de su tiempo a la redacción En la secundaria después de proseguir con los típicos recados en clase, intimó con algunas niñas y recomenzó la tarea de escribirse. Tan intenso fue el ejercicio que casi a diario entregaba y recibía una carta, con el mismo corte de las anteriores, no olvidando nunca el deseo de conservar para siempre esa amistad. Cambió cuando comenzó a cartearse con un chico ya en la preparatoria. Antes del teléfono, la carta, entregada personalmente, consistía la base de la comunicación entre ella y el mundo.
Se escribía también con un amigo de la infancia, y las cartas eran enviadas por correo. Acción absurda al encontrarse en la misma ciudad y con todas las posibilidades de encontrarse cuando desearan, pero alguna secreta satisfacción encontraban al recibir, casi dos meses después de escritas, las cartas de manos del cartero.
Escribió a un preso en California, una carta tierna, consecuente para con aquel desdichado, con una vehemencia memorable y ansiando que comenzara una amistad intensa entre ella y aquel hombre, probablemente un criminal que se dio el lujo de desdeñar la carta de aquella de doce años. Yo también lo hubiera hecho, haciéndola esperar al menos un año, un preso ha de querer sentirse anhelado, esperado en algún lugar del planeta, aunque sea por una adolescente desconocida que, en otro país, espera la confirmación de que él también cree en los extraterrestres y los sucesos paranormales
Poco después formaba un sólido noviazgo y las cartas parecían perpetuar el amor. Todas las expectaciones, las turbaciones, los deseos, las dudas, las dedicatorias, los planes, todo se contenía en el universo de cada carta. Desde la mínima oración hecha por él, hasta la canción perfecta. Todas las cartas de amor son ridículas/no serían cartas de amor si no fueran ridículas/ canta Liliana Felipe, y la coreo sin que sea despectiva. En aquellos entonces yo era ridícula. Ahora soy más. Esa es otra historia, la del amor, no la de las cartas.
Más cartas quemadas en el fondo de aquella olla en medio de ese cielo. Todas esas cartas volando sobre sus cenizas en aquel humo blanco y gris remolineando hasta el cielo; abrasando mi rostro las llamas voluptuosas de aquellas cartas tercas que jamás se soñaron en semejante infierno.
Todas dedicadas, todas producto del esmero de sus inexpertos redactores en el arte de escribirlas. Todas inspiradas en mí. Escritas sólo para mí.
Creadas desde la hoja blanca y la mente en blanco, la mano sin saber que escribir, luego proyectar una imagen, recordar un momento, leer la carta anterior. Responder. Componer una carta desde la nada.
Eso ardió. Ingratitud no es, no me justifico, pero no soy ingrata, sólo doy al viento lo que a el pertenece.
Si, las palabras se las lleva el viento, en humo, en rumor, en ceniza, en verso, en suspiro, en susurro, en soplo, en estallido y vuelo.
Cada propósito de aquellas cartas queda indeleble en alguna parte de mi piel. Las cartas siempre se firman con una mirada, con un abrazo, con un beso, con una despedida, con una lágrima, con sangre, con una sonrisa o con un suspiro, es ese pequeño instante el que perdura, es ese el destino de cada carta, de cada sobre abierto o cerrado, de cada carta leída o destruida.
Una carta es sólo una provocación y después de ello, a veces es sólo una insistencia de la memoria para recrear una realidad ya vivida, es una necedad que muta en otros desenlaces a medida que avanza el tiempo. A veces es mejor depurar la vida de aquellas cartas olvidadas que sólo engendran posibilidades o pasados definitivos.
Allí permaneció una hora más, satisfecha de haber quemado todas esas cajas, todas esas voces, todos los fantasmas.
Y no es que necesariamente haya que temerlos, no. Sencillamente es un dejar atrás, un pasar de hoja, un parpadeo, una limpia.
Pareciera muy inocente conservar boletos de cine, recados de clase, monedas, carteras de cerillos, regalos, declaraciones, cartas, y se pensara que en el armario el movimiento es nulo. Mas al abrirlo y extraer una de aquellas notas, comienza el hechizo, y una tras otra desvelan de nuevo las visiones, los recuerdos se desdoblan, asaltan las emociones.
También quemó las fotografías, no necesitaba más de ellas, ya existía una imagen completa; una sucesión de instantes pausados no era necesario guardar por más tiempo, el testimonio de aquella que fue, todos los momentos eran ahora ella: un ser mezcolanza de vibras, cielos, lluvias, besos, abrazos, palabras, miradas, caminos, fondos, sonrisas
Cremar esa entidad de pasado aligeraba el equipaje, la memoria para coleccionar la oleada de imágenes, momentos y cartas, permitiéndole resistir el resto del naufragio.