27.6.05

Ecos de las conversaciones de Zal con sus deidades

"Su voz parecía abarcarlo todo. Se perdía más allá de la tierra." - Juan Rulfo. Pedro Páramo.
¡Ay de mí Llorona1, Llorona, Llorona, llévame al río! / ¡Ay de mí Llorona, Llorona, Llorona, llévame al río! / Tápame, con tu rebozo, Llorona,/ por que me muero de frío / Tápame, con tu rebozo, Llorona, / por que me muero de frío. / No sé que tienen las flores, Llorona / Las flores del camposanto, / Que cuando, las mueve el viento, Llorona / Parece que están llorando./
-Aquí estoy Don Pedro. Ya llegué Doña Jóse. Tanto tiempo sin vernos. Ya ni me han de reconocer sus ojos, ya sé, si vieran hasta acá me reconocerían, al fin que parezco una foto de su juventud. A veces pienso que ni saben quien soy. Soy hija de Cayetano. Está bien, dejaré de decir sandeces. Llegué ayer en la tarde. Ya me voy a quedar, no, no en su casa, ¿dónde? Ya ni tienen casa, ¿pues en que mundo viven? Ya la tiraron. Los trajeron para acá y ni cuenta se dan que mi tía ya vendió, quesque para no deambular por unos cuartos tan grandes y tan llenos de lágrimas. La loca dice que los oye, ¿ verdad que no hablan tan recio? Seguramente su vocecita atraviesa medio pueblo. Bueno, atravesar almas es otra cosa, ya ven, yo los escucho en cualquier lado, nomás que esté seriecita el alma. Aquí esta rico. Ni quien los moleste, ¿a poco si hacen cosquillitas los asqueles? Pero pues ni les duele. El pasto no crece, pues es que nadie se encarga de regar. Cada año vengo y aquí todo está igual o peor. Sólo el cielo muda de nubes. Y a veces les traen flores que solo se empolvan, pero no se rompen. ¡Ah si! Vine a contarles que ya me quedo, si, si me gusta el pueblo, voy a estudiar, y a trabajar, Pues no, no sé donde, ¿ pero ha de haber de donde sacar dinero no? Mi papá está bien, extrañándolos. Me cuenta de su vida con ustedes, lo hicieron sufrir, pero ahora son sabios, yo le digo, que haga un intento de hablarles, para que se alivie de la culpa y del resentimiento. Quien sabe si me haga caso. De cualquier modo ya ven que yo si les doy sus vueltas. Y, ¿ les confieso algo? Es que aquí está muy tranquilo. Su casa de antes me gustaba por que me inspiraba. Me atraía el portón. Aquí está raro, no me acostumbro mucho al rumbo, acá se oyen pocas voces claras, más bien puros rumores. Hasta lamentos. Pero el huizache que te hace sombra Don Pedro, - ¿no te enoja que sea tan igualada, verdad? Es pa´ agarrar confianza otra vez, además te digo "Don", de respeto- ¡ Ah si!, te decía, el huizachito está bueno para pensar. Aquí debajo se te escucha mejor, batallo menos para percibir tus latidos que parece que atraviesan una gran distancia. Me da pena con ustedes, todavía no sé que traerles que si les guste. Con mis otros abuelos es más fácil, les gusta lo dulce, la nieve, los abrazos. A ustedes a lo mejor las flores les insultan con tanta vida. Pero ni modo de traer ruegos, confesiones o quejas, eso me sale bien, pero no creo que les entretenga. Por eso vengo a platicar cosas buenas, a rezar tantito para percibir sus sabias palabras, por eso vengo a echar tantita agua a la tierra, a ver si se refrescan tantito. Me apena no haberlos conocido antes... seguro tendríamos más cosas que platicar, pero ustedes si se dan cuenta que confianzuda soy, ya ven que todo les platico, y pues es que no se hagan, segurito de todo se dan cuenta, nomás que son muy discretos, no me lo dan a entender. Fíjate abuelita Jóse, dice mi papá que me parezco mucho a ti- ¡Bueno fuera! – le
[Ayer maravilla fui, Llorona, / ahora ni sombra soy; / ayer maravilla fui, Llorona, / ahora ni sombra soy...]
respondo, aunque por lo bajito me la creo, y me enorgullezco, Ya quisiera que de mi se dijera que fui una mujer recia, valiente, de buena leña. A lo mejor cuando crezca, ¿verdad?. Oye abuelita, ¿no te cala el sol a veces?, no, pues a él no, le da sombrita del huizache, y mira que aquí tienen que llenar de muros para proteger del sol, el contó con suerte. Ándale pues, ve a descansar, ya sé como agota acercarse para que yo escuche. Vuelvo el otro domingo, ya sabes que no me gusta ir a misa, y por qué. Aquí aprovecho mejor lo que se dice hizo y dijo Jesús. Desde tus palabras se antoja más cierto, más sabio, más bonito. Me voy abuelo, ni te platiqué bien que compré "El periquillo sarniento", el mismo que leías, en aquellos entonces, de donde sacaste ideas para educar a tus muchachos, nomás que no se hubiera quedado en intención, así llorarías menos ahora. Sí, seguiré viniendo; no, yo no me olvido de ti aunque apenas si recuerde tu mirada azul y tus letras apenas distinguibles en la libreta, a mi me caes rebién, mi papá se entristece por que no sabe que estás dispuesto a platicar, ¿verdad que si te arrepientes de haberlo ignorado? Pues yo le digo, pero cómo le hago para que me crea, cuando uno está empotrado en la tristeza y la ignorancia (de no saber que puede escucharte) no cree que en este rincón del pueblo tu voz traspase años y polvos; ándale pues, el domingo me dices cómo le haré para convencerlo. Sí, yo le digo que lo quieres mucho y que te acuerdas que guapo era. Si abuelita, también le digo. Yo también te extraño, yo también te quiero.

Yo te soñaba dormida, Llorona, / dormida, te estabas quieta / yo te soñaba dormida, Llorona, / dormida, te estabas quieta/ Pero en llegando el olvido, Llorona/ soñé que estabas despierta/ pero en llegando el olvido, Llorona/ soñé que estabas despierta. /

1 La Llorona. Canción popular mexicana.

A mis abuelos paternos: Don Pedro Pérez Miranda † y Doña Josefina Solís †, que en paz descansan. A mi padre, Don Cayetano Pérez Solís, que ya puede comenzar a descansar, en el regazo de su hija, que tanto lo extraña.

De Josè Gorostiza.

La tarde.
Ruedan las olas frágiles
de los atardeceres
como limpias canciones de mujeres.

Cantarcillo.

Salen las barcas al amanecer.

No se dejan amar,

Pero suelen no volver

o sólo regresan a descansar.

El faro.
Rubio pastor de barcas pescadoras.

Mariposa nocturna. ( 2 In- fame)

¡Devuelve a la desnuda rama,

nocturna mariposa,

las hojas secas de tus alas!

-José Juan Tablada.

Un pueblecito.

Yo he llegado a media mañana a este pueblecito sosegado y claro; el sol iluminaba la ancha plaza; unas sombras azules, frescas, caían en un ángulo de los aleros de las casas y bañaban las puertas; la iglesia, con sus dos achatadas torres de piedra, torres viejas, torres doradas, se levantaba en el fondo, destacando sobre el cielo limpio, luminoso. Y en el medio, la fuente deha caer sus cuatro chorros, con un son rumoroso, en la taza labrada. Yo me he detenido un instante, gozando de las sombras azules de las ventanas cerradas, del silencio profundo, del ruido manso del agua, de las torres, del revolar de las golondrinas, de las campanadas rítmicas y largas del vetusto reloj. -Azorín.

Im In

Bajé una cuadra de las estándar infonavit y llegué a la parada del autobús. A las doce menos cuarenta minutos lo abordé. Pagué diez pesos para viajar hasta la ciudad. Me acomodé en el primer asiento en el extremo de la ventana. Una chica con su hija estaba a mi izquierda. La niña se entretuvo jalando mi pulsera mientras yo releía Pedro Páramo. La niña era blanca, y parecía un angelito (aunque suene inverosímil, era hermosa), Me sonrió con su inocencia. Me cautivó la lectura y dejé de prestar mi atención a mi entorno. Juan Preciado estaba muerto de miedo. Literalmente. Llegué a la ciudad.
- ¡Sabe dónde se para la ruta tres?- pregunté a un viejito que vendía algo... –Pasa las dos callecitas, Sí esas, y dónde está aquel señor de azul, ahí la espera- Gracias. Reencaminé lo del otro lado del boulevard. Cinco segundos, llegó la ruta tres. Pasaba frente a la Facultad de Derecho cuando mi celular vibró: "¿Cómo estás? ¿Cómo te fue?; Muy bien, espero tu mensaje". Apenas iba para allá. Finalmente llegué y encendí un benson, sí, mentolado, pero apenas subí la primera rampa tuve que apagarlo, se me fue el aliento, tardé para recuperarlo, vi las interminables escaleras y maldije, pero me arrepentí, me dijeron que si maldecía se me regresaba, además debía ser buena gente, si no, se me cebaba la entrada a la universidad. Llegué a la Unidad Académica y la miss estaba ocupada. Esperé. Pedí agua. Me senté. Esperé. –Pásele. –Gracias, vengo por mi carta de aceptación.
En fin. No me la dieron. Parece que ya no dan carta. Estoy en la lista de aceptados en la Unidad Académica de Letras. Sí, yo también me pregunto cómo suceden estas cosas...

La china. De Chavela Vargas...

Mi china me conoce ya hasta en los pasos,

pero si piso juerte se queda en duda,

y si voy tarde en la noche piso despacio

me saco las espuelas pa´ no hacer bulla.

Chinita de mi vida

vení vení

No seas tan huraña que so´ pa´ mi

Ya lo saben todos que como yo,

naiden te quere

Cuando voy pa´ mi rancho tarde en la noche

desensillo el caballo junto a la puerta

y mi china me espera con sus reproches,

pero cuando me acuesto

se queda quieta...

Chinita de mi vida

Vení vení

No seas tan huraña que so´ pa´ mi

Ya lo saben todos que como yo

Naiden te quere.

Yo soy jinete viejo pa´ los amores.

No concibo palenque pa´ embramarme,

y como conozco el zarape por sus colores,

tan conozco la yegua

antes de montarme.

Chinita de mi vida

Vení, vení,

No seas tan huraña que so´ pa´ mi

Ya lo saben todos que como yo

Naiden te quere.

La memoriosa Uni verZal.

Hace algunos libros conocí a mis hermanos. Recuerdo, cómo si las tocara ahora mismo, la gracia de sus manos en el primer saludo. Nos reuníamos en el pasto, frente a las aulas, cada cincuenta minutos, diariamente, ahí hablábamos, reíamos, llorábamos, abrazábamos, callábamos, vivíamos, como si fuera la primera vez. El mundo lucía nuevos colores, nuevas brisas, la escuela resultaba, de manera inexplicable, por renovada ocasión, un lugar en que aprendíamos, aprehendíamos. Alimentando hormigas, coronando nuestras sienes con verdes tiaras, nos descubrimos ocho seres. Algunos nunca conectamos. Otros nos sentimos hilados con la misma lluvia. Somos cinco, nos hemos rezagado a algunas cartas, un álbum de fotografías digitales, románticos puentes, algunas cervezas, algunos besos, algunos girasoles, nos hemos encomendado a algunas estrellas. Somos cinco almas separadas, olvidadas tal vez, pero unidas en una manta cósmica sobre la que nos recostamos en un pasto inmortal al que cubre un cielo azul adimensional. Navegamos por mares compuestos del mismo arte, capitaneando distintas naves.
Alguien vio a través de una ventana a nuestras almas llorar al unísono. Nos hirió la vida al mismo tiempo, nos atravesó la tragedia por mi destino. Ya hace miles de páginas de eso y les pido perdón por la imprudencia. Agradezco su escuchar y su dolor oculto.
Hemos escrito caminos sin incluirnos, yo misma separé mi cuerpo de sus sitios sin mirar por una última vez sus ojos. Sin abandonarme a sus abrazos. Sólo quiero recordar que sigo regando sus jardines en mi corazón. Que sigo enviando letras al pozo de la memoria. Que sigo honrando a la hermandad con mi lucha. Que estoy con ustedes, aunque en los suspiros no me reconozcan.

Droops of salty zoul.

Hay sábanas de nostalgia,
desconocidas
y las de siempre.
Me envuelven las de siempre, que para mí son desconocidas y mis lágrimas han perfumado de nostalgia.
No siempre se tiene lo que uno quiere, se tiene lo que se merece -dicen por ahí- y es cierto. He enfrentado a la soledad, desde hace mucho tiempo, desde que el espíritu de Julio partió para vivir su destino, desde que dañé su presencia en mi existir. No digo con esto que quienes me han amado desde entonces (que no sean de mi estirpe) no me hayan acompañado, simplemente no me han curado de soledad. Julio fue desde un inicio, un espejo donde mi alma rehusaba reflejarse, un mar donde màs tarde decidí aventurarme, y para siempre, la mejor amistad donde me he de refugiar para celebrar y llorar. Ahora ha pasado el tiempo, y sí, tengo lo que merezco. Una soledad granjeada, una soledad, donde me regodeo y me estiro. Antes de él me incomodaba revelarme, ahora elijo cuando hacerlo. No sé por donde voy con esto, si a un homenaje a Julio o a un reconocimiento de mi estado: estoy sola en este "valle de almas" si, pero por elección, siento cómo mi cuerpo tiene una mejor vestidura, una fortaleza serena, un fruto maduro.
Otra alma empieza a reflejarme, tenuemente, es un espejo que se desgasta con la distancia, a veces me da miedo.
Amar a otro es amarse a uno mismo. Y descubrirlo es doloroso. Descubrir que nunca se ha amado es lo más cercano a la muerte. Yo no morí por que el amor de Julio me envolvió. He muerto. Y aunque pocos creen en la reencarnación, soy Izela. De nuevo. Amando.

To heaven.

Las peregrinaciones tienen siempre algo de siniestro.
Antes del amanecer sólo se aprecian las siluetas, el contorno de los pecados.
Avanzaba sin ver los pasos que dejaba ni las piedras próximas, mi vista sólo llegaba hasta la leve luz de las miradas, que, de cuando en cuando, volvían sobre las misteriosas formas de los nopales y las fantasmales alcaparras que cercaban el camino. Las voces pobladas de niebla rememoraban rostros, llantos y penas. Asistí a sus murmullos con azoro en los oídos: señalaban a los pecadores que con sus pies descalzos pisaban la senda forrada de espinas, piedras y hormigas, y sumada a semejante muestra de soberbia, su risa agobiaba a quienes regresaban de la misma manera, caminando y no sobre ruedas, sino sobre sus plantas doloridas - Es cómo si no hubieran cumplido la manda- decían – vuelven sobre sus pasos, los recogen. Por la madrugada, cuando recién salí de la alcoba, no sabía a que me enfrentaría, a la mitad de la peregrinación lo entendí: un encuentro con la maldad encarnada, que pasa desapercibida por disfrazarse de religiosidad, de alabanza, de agradecimiento. Era falso: la peregrinación para honrar a San Juan, a Tlaloc o al dios que trajera la lluvia, fue sólo un pretexto para sacar a pasear al rencor, a la envidia. Aunque tal vez no de todos. Ciertamente, también descubrí algunos seres destacaban por tener dolor en su alma, por que su propósito era otro, purgar el espíritu de algún pesar, gastar la culpa al arrastrarla, purificar su mirada hiriéndola con la oscuridad. Esas almas nos guiaban aunque fueran tras nuestras espaldas, su fuerza fue realmente la luz que iluminó el sendero. Lo agradezco, estaba perdida en un camino por el que me deslizaba sin saber, al reconocer el aliento de la podredumbre de almas sentí miedo, sin embargo, a veces se corre con suerte y aparecen quienes aspiran a ser humanos.

25.6.05

He vivido una gran semana. El martes fui a la Unidad Académica de Letras de la UAZ, vi la lista: soy el veintitantos de la lista de aceptados. Eso me hace feliz. Muy feliz. Luego hice más cosas. Leí. Continuio con Pedro Páramo (por segunda vez). José Carlos Becerra.. sí, aunque cualquiera pueda comprárselo.. José Emilio Pacheco gracias a Rome y lloré cuando releí el libro de Lecturas de Sexto Grado, de la primaria, parece que una prima lo dejó por ahí.. He amado a Tom desde aquí, pero todavía no lo conozco, tal vez sea ese el secreto del amor. Cómo sea, estarás bien, Amado Mío. Ayer salí a las 5:30 am de la casa. Caminamos a través del pueblo, hasta el límite. Seguimos por el monte, por una senda trazada por antiguos seres que la tierra ya olvidó. Caminabamos hacia Pánuco, ahí celebraban ya a San Juan Bautista, pedían por la lluvia, otros por sus causas, otros no pedían y agradecían. Conté cincuenta personas en el camino, una mujer iba descalza, - Cuantos pecados no tendrá- Cuantos pecados no llevarás si sigues criticando- escuché. Nos acompañó la luna, la fina lluvia con que Dios nos bendecía y el perfume de flores invisibles. Yo no tenía en mente ningùn rezo. Ninguna súplica, ninguna petición. No era miembro de la peregrinación. Sólo andaba por que el sendero me conducía a lo desconocido. Agradecía a mi Padre Celestial haber auxiliado a mi madre, fue una linda ocasión para agradecer muchas cosas, pero la gratitud se extendió hasta el arcoiris de tierra, los nopales y las piedras, todo tan embellecido en la mañana que resumaba gratitud. Supongo que la naturaleza agradecía a la vida, o al revés. No lo sé. Al llegar al pueblo me di cuenta que era más pequeño que Morelos. La iglesia se veía desde lejos, blanca la cúpula. Antes de alcanzar la calle de la iglesia, un desfile de moros y cristeros pasaron frente a mi. Los disfraces se confundían con la verdad. Avanzamos a pesar de la lluvia que ya caía más gruesa y nos adentramos en el templo. Un ciento de almas oraban. Su "manda" había concluído. Pies astillados, heridos, temblaban de dolor. Un mariachi tocaba canciones desconocidas en honor a San Juan. Luego llegaron los "batallones": una veintena de hombres "armados", una banda de guerra, un bulto de San Juan y un montón de oraciones por rezar. Yo ajena a todo. Yo extasiada ante la belleza de las personas. Ante lo inédito de mi vida. Extasiada ante el poder de la fe. Ante la tradición. Regresé a casa después de las diez. Comí y después de un rato, dormí.

24.6.05

Primero la primaria.

Encontré un libro de sexto año de primaria. No pude reprimir las lágrimas, ni el brotar de los recuerdos. Me asombró recordar las imágenes, letras, pero no a los autores. La introducción, escrita por Antonio Alatorre, tiene el propósito de hermanas a los autores con los niños. Ya sería yo gran amiga de Cortázar, con tanto año de conocernos. Aquí, algunas de las lecturas.

Estrella de mar.

La estrella polar

cambió sus vestidos

y los tiró al mar.

-Juan León Mariscal.

22.6.05

Oorlog

La oscuridad se abrió como sus labios Irradiando el sendero la risa de su interior Él se deslizó primero La embriaguez bulló desde la medula extendiéndose hasta las bóvedas Hirvió la saliva hasta verterse sobre su n i e b l a Padecieron hasta morderse guerrearon hasta desearse. Alientos abrigaron en su centro La conciencia naufragó en bajo la espuma la deidad los consagró al orgasmo sempiterno

21.6.05

¿QUIÉN, DISTANCIA?

Todo sucede en los vasos de espumas comunicantes que llevan

[ el movimiento a las últimas consecuencias de lo visible.

-José Carlos Becerra.

Es su rumor

puntas de maguey que silban tus nombres,

rostros de tierra que se vuelcan en la soledad y doblan la cuadra.

Burbujas sedientas que te llaman desde mi flor,

noches indormibles, ávidas de piel,

verano emergente en sábanas heladas;

maullidos en el pecho, tus suspiros.

Y enumero los restos que me quedan de tu presencia

con la esperanza de reconstruirte o construirte apenas en mi seno,

de amarte;

te transformo en real, eres visitante de mis nuevas noches

sólo lluvia que me riega.

Desde el Edo. De la Tambora, a XX. VI. MMV. 21:46 hrs. Local.

20.6.05

De Gonzalo Rojas. Otro Favorito.

RETRATO DE MUJER

Siempre estará la noche, mujer, para mirarte cara a cara,

sola en tu espejo, libre de marido, desnuda

con la exacta y terrible realidad del gran vértigo

que te destruye. Siempre vas a tener tu noche y tu cuchillo,

y el frívolo teléfono para escuchar mi adiós de un solo tajo

Te juré no escribirte. por eso estoy llamándote en el aire

para no decirte nada, como dicen en el vacío: nada, nada,

sino lo mismo y siempre lo mismo de lo mismo

que nunca me oyes, eso que nunca me entiendes nunca

aunque las venas te arden de eso que estoy diciendo.

Ponte el vestido rojo que le viene a tu boca y a tu sangre,

y quémame en el último cigarrillo del miedo

con la herida visible de tu belleza. Lástima

de la que llora y llora en la tormenta.

No te me mueras. Voy a pintarte tu rostro en un relámpago

tal como eres: dos ojos para ver lo visible y lo invisible,

una nariz de arcángel y una boca de animal, y una sonrisa

que me perdona, y algo sagrado y sin edad que vuela en tu frente,

mujer, y me estremece, porque tu rostro es rostro del Espíritu.

Vienes y vas, y adoras al mar que te arrebata con su espuma,

y te quedas como inmóvil, oyendo que te llamo en el abismo

de la noche, y me besa lo mismo que una ola.

Enigma fuiste. Enigma serás. No volarás

conmigo. Aquí mujer, te dejo tu figura.

Mi sitio para su muerte: Por José Carlos Becerra.

Para la ausencia

Hemos abierto los ojos.

La palabra le da de comer al enigma.

El enigma le da de comer a nuestros ojos.

Nos hemos incorporado.

La frente a perdido su temblor nocturno,

Su palidez suscita sombras.

La frente, allí donde hubo ondas como en el agua

Cuando cae un guijarro.

(Pero no hay arrugas ahora

que indiquen la caída de un cuerpo.)

Estamos despiertos.

Pertenecemos a la voz que no volverá a nombrarnos

al epitafio que no hicimos,

al pecho que la noche de otoño dardeó con su brillo.

Hemos abierto nuestra altura,

Nuestra altura profunda como la muerte.

-José Carlos Becerra. (Tabasco, México, 1937-Brindisi, Italia, 1970)

Favorite.

Blues

No era necesaria una nueva acometida de la soledad

para que lo supiera.

Navegaba la mar por un rumbo desconocido para mis manos.

donde el amor moró y tuvo reino

queda ya sólo un muro que avasalla la hierba.

Queda una hoja de papel no en blanco

donde está anocheciendo.

donde goteaba luceros una noche

sobre unos hombros limpios como verdad mostrada,

sólo queda una brisa sin destino.

Donde una mujer fundara un beso,

sólo árboles postrados al invierno.

Y no era necesario decirlo.

El corazón sin que sea una lágrima

puede sombrear las mejillas.

La ventana da a la tristeza.

Apoyo los codos en el pasado y, sin mirar, tu ausencia

me penetra en el pecho para lamer mi corazón.

El aire es una mano que está hojeando mi frente.

mi frente donde la luna es una inscripción,

una voz esculpiendo su olvido.

Como humo la luna se levanta

de entre las ruinas del atardecer.

es muy temprano en ese azul sin rostro.

No era necesario enturbiar la soledad

con el polvo de un beso disuelto.

No era necesario

memorizar la noche en una lágrima.

Labios sobrecogidos de olvido,

pulsaciones de un oleaje de mar ya retirándose,

ruido de nubes que el otoño piensa.

Hay lápices en forma de tiempo, vasos de agua

donde el anochecer flora en silencio.

Hay la rama de un árbol como un brazo esculpido

por algún abandono.

Hay miradas y cartas donde la noche

puso en marcha al vació,

A las frentes que extinguen su remoto color

sobre las letras que enlazan señales de viaje.

Aquí esta la tarde.

Puede enrolarse en ella quien esté enamorado.

Aquí esta la tarde para designar una ausencia.

Suena en mi pecho el mundo

Como un árbol ganado por el viento.

No era necesaria la tarde, tampoco este cigarro cuyo humo

puede ser otra mano evaporándose.

Invernara la noche en mi pecho.

No era necesario saberlo.

No tiene importancia.

Espero una carta todavía no escrita

donde el olvido me nombre su heredero.

Recordando a J.Carlos : Ramón López Velarde camina por Chapultepec (noviembre 2, 1920)

Para despedirme de José Carlos Becerra.

El otoño era la unica deidad.

Renacia

Preparando la muerte,

sol poniente

que doraba las hojas secas.

Y como las generaciones de las hojas

son humanas.

Ahora nos vamos,

pero no importa

porque otras hojas

verdecerán en la misma rama.

Contra este triunfo

de la vida perpetua

no vale nada

nuestra mísera muerte.

Aquí estuvimos,

reemplazando a los muertos,

y seguiremos

en la carne y en la sangre

de los que lleguen.

José Emilio Pacheco.

El otoño recorre las islas.

A veces tu ausencia forma parte de mi mirada,

mis manos contienen la lejanía de las tuyas

y el otoño es la única postura que mi frente puede tomar para pensar en ti.

A veces te descubro en el rostro que no tuviste y en la aparicion que no merecias

a veces es una calle al anochecer donde no habremos ya de volver a citarnos,

mientras el tiempo transcurre entre un movimiento de mi corazon y un movimiento de la noche.

A veces tu ausencia aparece lentamente en mi sonrisa igual que una mancha de aceite en el agua,

y es la hora de encender ciertas luces

y caminar por la cada

evitando el estallido de ciertos rincones.

En tus ojos hay barcas amarradas, pero yo ya no habré de soltarlas,

en tu pecho hubo tardes que al final del verdano

todavía miré encenderse.

Y éstas son aún mis reuniones contigo,

el deshielo que en la noche

deshace tu máscara y la pierde.

José Carlos Becerra.

Mariposa: Luna sublime.

TU ROSTRO SE BORRA.

La luna es una forma de haber amado.

La noche descuella como un astro hundido,

como un cuerpo que ha perdido su desnudez para siempre.

Recuerda la habitación en penumbras,

recuerda la primera cita y atestigua esta puesta de sol,

porque tuya es la inclinación de mi frente.

Y en mi toma cuerpo tu soledad,

en tu mirada ausente se deshacen los astros y las encrucijadas del verano.

Porque tuyo es el panorama que contemplo: ciudad de a excoriación y la ceniza,

reunión de cuerpos donde la destrucción se yergue.

Te vas extinguiendo en mi pecho con las misma soltura con que amanece.

Vuela un ave al final de mis ojos,

tu ausencia se retira de mis actos como si nuevamente

te marcharas.

Pero recuérdalo todo,

Por que la luna es la boca silenciosa de la noche dormida,

La caricia intentada por los muertos.

Recuérdalo todo.

La luna es una forma de haber amado.

- De José Carlos Becerra.

José Carlos Becerra encontró las palabras.

Alguna vez me preguntaste, ¿por qué leerme? Recuerdas Tommy?

COSAS DISPUESTAS

Cada palabra es un sitio para mirarte,

cada palabra es una boca para acercarme a ti,

el otro modo de tomarte por la cintura o por el mundo

cuando tu mirada y el atardecer son la misma persona.

Cada palabra es una lámpara encendida

para verte cuando tú no estás.

Cada palabra te revelará la otra palabra,

el silencio que vas conociendo, el silencio transparente de los amantes

el silencio que se parece al calor de mi mano posada en tu cuerpo

el silencio donde mis besos sacuden la estatura que vacila dentro de tu alma.

Pero cada silencio nos llevará a la palabra que nos refleja,

pero cada palabra es el otro reflejo,

el otro modo de tomarte por la cintura o por el sueño,

por la noche que velan tus fantasmas.

Así sostendré algo tuyo en el mundo,

así cada palabra quedará marcada para siempre.

Desde el otoño de Becerra... La mexor poesía.

PARA LA VIDA.

Mi destino te busca. Soy la fecha que el mar

todavía no ha escrito.

Esa brisa es lo que sueñan los árboles.

En las sienes la mano recuerda el horizonte.

En los labios

la voz se agita como una bandera

y en algún sitio del pecho aún responde el poniente.

Mi destino te busca.

En mis ojos el tiempo numera las miradas.

Se coleccionan los antes, no hasta decir mañana

sin el pecho partido por la noche.

La ciudad se ciñe el anochecer como una corona.

arderé como la invención de la tarde,

como el bosque que se ha puesto a pensar en la lluvia,

como la sonrisa que toma forma de anillo

y rueda de una mano silenciosa.

Destino. Palabra que el fondo del río saca como un pez,

como una mejilla donde la corriente puede llorar

sin que lo noten las orillas.

Destino. En un pecho la luna boga desvelada

por la razón más fría.

Destino. A ciegas la luz vela

y unos ojos se abren para siempre.

Escucha esa mirada

que al destino penetra hasta irradiarlo.

Día por venir,

por tocar nuestros ojos con unos ojos de viento.

Soplo de mar a bordo de la tierra;

paisaje de unas velas y de un mástil

en una voz ligera como la espuma o la sonrisa.

Hablo del corazon, frente a la muerte.

Hablo diciendo sueño, sueño, altamar, fumarola.

Hablo diciendo Todos;

en el árbol, como un labio de tierra y otro de noche,

con un corazón de polvo y otro de carta.

Hablo para la vida que ha besado su muerte,

hablo para la muerte

que la vida contempla alejándose.

El tiempo. En el pecho su transcurso se ahonda como un río

que ha oído hablar del mar.

Día por venir, por sentarse a nuestra mesa,

día con cuello de nubes.

Sopla la brisa,

la tierra puede ser el barco que necesitamos.

José Carlos Becerra.

19.6.05

Tale.

Las nubes cómo telón. Junio 12, 2005. Fui a la cervecería. Al “parque recreativo de la cervecería Corona. Realmente cuando abordé el vehículo no tenía idea a donde nos dirigíamos. Avanzando en la carretera lo supe. Llegamos y cómo siempre, la quietud, la exquisitez de la naturaleza me embriagó. Flores inexplicables surgían en el sendero por el que bajé hasta encontrarme en un campo de fútbol rápido. Ahí me senté como una reina en su trono, las gradas. Observé por eternos siete minutos a mis primos sudar su resaca y me fastidié. Anduve en el parque despertando la inquietud entre los animales que tienen en reserva (venados, un gato montés, un halcón invisible, parecido a la jirafa de cerámica que está en el Parque Central en Juárez, un coyote, aves y flores desconocidas para mi) flotando sobre mi falda hindú, agregando color a mi morenez. Juntos recorrimos el hilo de agua que más tarde se convierte en un pequeño charco, imitación lago. Ahí el agua es cerveza, o al menos esa ilusión crea el color ámbar y más tarde rojizo del arrollo, donde minúsculos peces navegan como nubes. Hicimos parada bajo un árbol y nos abandonamos al pasto, desde la suave alfombra contemplé las nubes y me rodeé de flores. Conversamos un poco, sobre mi sensibilidad. Sobre su embriaguez. Regresé a caminar sobre el pasto mojado de un campo de fútbol (ahora sí) y mientras los hombres intentaban ejercitarse yo me puse a elucubrar sobre las nubes zoomórficas, a contar los triángulos que observaba, a cantar canciones en inglés. Luego medité un poco e hice ejercicios de respiración. Entramos a algunos invernaderos, luego partimos de regreso. Fuimos al cine y vimos “Birth” película no recomendable. Bueno, yo adoro a Nicole Kidman, creo que es la mujer más bella del mundo. Pero la película tiene algunos cuadros complicados (buscar la crítica en el futuro en este blog). Además el niño me recordó a David y estuve extasiada contemplándolo toda la película (¿qué otra cosa podía hacer?) sin poner demasiada atención en la historia. Navegué por los recuerdos y me di cuenta que adaptable soy. Ya no te extraño tanto honey, eso es bueno no? En fin, cuando venía de regreso sí solté unas lagrimitas de cocodrilo por tanta añoranza, pero el buen humor de mi primo me sacó de la nostalgia. End of day. Jun 18, 2005. Han pasado muchas cosas. No las podré comentar todas. Varias personas* me han telefoneado, lo agradezco. Han notado en mi voz la felicidad, la tranquilidad, la satisfacción. Y sí, estoy contenta, en paz, satisfecha. Hace dos amaneceres llegué al hotel y sonaba Bjork. Generalmente tienen música libanesa, instrumental y jazz. (Pregúntense como podría no ser feliz). Estaba lavando mi uniforme a las siete de la tarde, el atardecer aún no concluía, y es que el llano es grande, el sol se tarda en recorrerlo, y Yumi llamó mi atención hacia una libélula que estaba entre las hojas de una higuera. Era marrón con las alas surcadas por hilos dorados. Permanecía suspendida sobre una hoja, descansando, imaginé. Me aturdió descubrir una especie de aguijón en la parte inferior de su cuerpo, me dio un poco de miedo, pero no me arrepentí por el acercamiento, es uno de los seres más bellos que había contemplado en mi vida... Y eso que aún no pasaba lo mejor... Anteayer, mientras guardaba unas cosas, un destello verde sobre mi mano me hizo gritar. Siempre he temido a los insectos, mucho más a los que están sobre mi o en movimiento. Corrí hasta la cocina y llamé a todos, “¡Algo verde!”. A veces peco de estúpida. Era una mantis religiosa, estoy segura, la he visto en Animal Planet, o al menos alguna mantis ha de ser, cuando la vi me sobrecogió su fragilidad, y su hermosura. Es un animal bellísimo, si, con las patas delanteras unidas a modo de rezo, y un cuerpo color verde delicado; la introduje en un frasco y la coloqué sobre el filo de la ventana, allí el viento la azotaba, por lo que preferí colocarla sobre las margaritas que mi tía cultiva en su jardín. La mantis se mueve de una manera vacilante, desde mi altura. Fue una grandiosa visita a mi habitación. *Thanks to: Family, J.C., Karma, Cyfa.

happy daddy`s day!!!

A mi padre. He esperado muchos años para comprender la grandeza de tu ser. De niña no te idolatré como suele decirse de los padres, muy al contrario, muchas de tus actitudes eran incomprensibles para mi y tus maneras en ocasiones resultaban toscas. No sabía el porqué de los disgustos de mi madre, era muy pequeña. Crecí y me sentí herida por muchos de tus actos. Sin embargo, no puedo decir que estaba decepcionada por que no recuerdo que esperara nada de ti, sólo lo “normal”, que me protegieras, que me dieras techo, comida, vestido, lo que nos enseñan en la escuela, tus obligaciones. Hoy me inundan los recuerdos y me avergüenza haber sido tan ciega. Muchos eventos los dejé pasar sin saborearlos, sé que tus padres no asistieron a tu graduación de la primaria, yo te tuve conmigo siempre, asistías a las entrevistas con mis maestros, me bendecías cada mañana, lo haces todavía, y yo no le daba importancia, era tu obligación; sé que dura fue tu infancia, trabajando bajo el duro sol en los campos zacatecanos, trabajando como un adulto y reprimiendo tus infantiles miedos. Ahora que vivo bajo tu cielo, que vivo en tu tierra veo los valles y te imagino en tu caballo desafiando al destino. Veo cómo luchas con las pequeñas fieras, veo cómo bajo la tradición nació el hombre que me engendró, recuerdo cada fragmento de tu historia dolorosa y claramente apareces como un héroe, no sin sentido como sucedía con mis amigos pequeños, sino cómo lo es un héroe, un hombre divino, que combatió contra la pobreza, que toleró la dura disciplina de sus padres, que inteligentemente no ignoró la presencia de su Dios en los detalles de su vida. Recuerdo cómo con una dulzura desconocida para mí evocabas las tardes que pasaste con tu abuelo, en tu escuela, en los montes y me asombró tu detallada descripción sobre la siembra, cómo con pasión, descubriste el latir de la tierra, sus ciclos, sus bondades. Sin duda asumiste tu papel de patriarca, y en tu madurez yo, tu hija, te reconozco como el mejor padre que pude tener. Reconozco que mis actitudes si eran decepcionantes, no me detenía a pensar mis palabras para no herirte y te recriminé muchas veces la falta de dinero, tus ausencias, tu parquedad. Hace pocos años un dolor súbito me inundó cuando desperté de un sueño, una pesadilla, en la que tu fallecías. Desperté con la angustia de creer que lo soñado era real y añoré ver tu mirada recia, infinita. Hace ya años de eso y aún la angustia se agazapa en mi garganta. Pero esa pesadilla provocó dudas en mi: ¿realmente te amaba?, ¿cómo te lo había demostrado hasta entonces? ¿cómo te alabaría ahora? Creí que deseabas más de mi, pero comprendo que tu sabiduría es grande y eres feliz dejándome elegir mi senda y que escucharte expresa mejor que otra cosa el amor que cultivaste en mi; que me hables de tus padres, de tus miedos, fracasos y éxitos, que me des tu historia es el mejor honor que me puedes hacer, después de darme la vida. Hoy la vida me hace sentir desasosiego por infinitos motivos, pero ya no me atormenta pensar que no te amé, o que no te lo demostré. No eres muy mayor aún, tus músculos están sanos y yo también soy una mujer sana, sé que aunque estés lejos me llevas en tu ser y me bendices diariamente. Me alegro de que la muerte no aparezca en nuestro entorno por causa de alguna enfermedad, pero sé que cualquier día puede pasar, y aún así no me atormenta ya esa imagen, aunque la eternidad no bastaría para disfrutarte, agradezco haber despertado a tiempo, y amarte cada día. Te bendigo Padre, por que aunque nuestra relación no sea como la que llevo con mi madre, que está fundada con palabras y confesiones, sé, por la intensidad de tus miradas, que me dicen todo, por que reconozco en el brillo de tus ojos el ánimo de tu alma que tengo una comunión contigo, que va más allá del linaje, más allá de el cariño normal que tiene un padre por sus críos, me alegra reconocer que nuestro amor fue edificado, que nos queremos por que nos conocemos, por que nos necesitamos y por que sabemos que a pesar de la distancia, nuestra memoria nos anida. Gracias Papá, por que de ti aprendí lo más valioso: amar libremente. Amar y vivir. Te amo. Z a l.

17.6.05

Fumando espero. Gracias Gardel.

Fumar es un placer, genial, sensual… Fumando espero a la que tanto quiero tras los cristales de alegres ventanales y mientras fumo mi vida no consumo, porque flotando el humo me suelo adormecer. Tendido en mi sofa, fumar y amar verán mi amada feliz y enamorada sentir sus labios o besar con besos sabios y el devaneo sentir con más deseos cuando sus ojos veo sedientos de pasión. Por eso estando mi bien es mi fumar un eden, dame el humo de tu boca dame que en mí, pasión provoca, corre que quiero enloquecer de placer, sintiendo ese calor del humo embraigador que acaba por prender la llama ardiente del amor.

14.6.05

Senda

Y encontré la §enda.

He de encontrar

una senda que me lleve a un lugar,

y no me siento capaz de iniciar

nueva vida sin más.

Quisiera emprender

la aventura que no me haga volver,

dejar de una vez

lo que yo mismo no puedo entender.

Por una vez

lo que siempre soñé hacer,

promtedme,

construir una senda.

Por una vez

lo que siempre soñé hacer,

Prometedme

construir una senda

que pueda recorrer.

Detrás de un disfraz

tartamudo ante la adversidad,

con un hilillo de voz,

se va la poca razón

que nos permite tu escaso valor.

Y he de cruzar

dar el paso hacia una vida anterior,

si hay destellos de magia

entre los besos de la traición.

Por una vez

lo que siempre soñé hacer,

prometedme

construir una senda.

Por una vez

lo que siempre soñé hacer,

prometedme construir una senda que pueda recorrer.

Senda. Héroes del Silencio.

2 you Honey.

NO SE, PERO ME DUELE COMPRENDER, CÓMO FUE QUE TERMINAMOS, LA RISA SE QUEDÓ DETRÁS , LLENA DE POLVO Y LÁGRIMAS ROJAS, BÉSAME CON TUS OJOS DE MIEL, QUE ME HABLAN DE UN MUNDO QUE YA NO CONOZCO. HÁBLAME DE TI, NO ME DEJES SOLO, QUIERO DESCUBRIR POR QUÉ LE TENGO TANTO MIEDO AL AMOR. PERDÍ LA RUTA DEL DELFÍN, SOÑÉ QUE ESTABA MUERTO, MAS TARDE PUDE REVIVIR, ESTABA SOLO EN UN BARCO DE FUEGO. HÁBLAME DE TI, NO ME DEJES SOLO, QUIERO DESCUBRIR POR QUÉ LE TENGO TANTO MIEDO AL AMOR. PUEDES HABLARME DE TI, PARA QUE YA NO ME SIENTA SOLO, MIEDO AL AMOR, MIEDO A LA MUERTE A LA LIBERTAD.

Miel. Zoé.

España en marcha.(Fragmento) Gabriel Celaya.

No vivimos del pasado,

ni damos cuerda al recuerdo.

Somos, turbia y fresca, un

agua que atropella sus comienzos.

Somos el ser que se crece.

Somos un río derecho.

Somos el golpe temible de un

corazón no resuelto.

No me arrodillé: Liliana Felipe. Reflexo de la diócesis de la ignorancia.

No me arrodillé

No me arrodillé,

ni me voy a arrodillar

si quieres Dios,

siéntate,

y platiquemos.

Si te amara,

Obligaría a otros a darte,

y terminaría por matarlos

si se negaran.

¡Esa es tu ley¡

¡Esa es tu ley!

¡Esa es tu ley!

¡¿cuánta sangre más

quieres ver correr por tu verdad?!

¡Insaciable!

¡Insaciable!

¡Insaciable!

¡Insaciable!

¡Para qué quieres tenerme de rodillas?, ¿para qué?

Tu iglesia no exige talento,

sumisión es la su misión.

No tengo ninguna verdad,

no soy de las beatas místicas arrebatadas,

mi sangre es demasiado tibia

y mi locura demasiado mesurada,

frente a la de tus amigos

los fanáticos,

frente a la de tus amigos

los “puros” ,pura mierda.

Por que desprecias

la duda y la pereza,

si son vicios mas nobles que todas tus virtudes.

No me arrodillé,

Ni me voy a arrodillar.

¡Arrodíllate tú!

¡Arrodíllate tú!

¡Arrodíllate tú!

La música me ha dado esta audacia

frente a ti,

Me eres indiferente.

No me voy a arrodillar,

por que pensar es dejar de arrodillarse.

Cielo Roxo o Tierra Roxa: A mi madre.

Hoy te extrañé más de costumbre. Estoy leyendo un libro que se llama “Medico de cuerpos y almas” es sobre la vida de San Lucas. Hay un pasaje donde recuerda que él, San Lucas, se comunicaba con su madre solo con la mirada. No sabes como deseé tenerte cerca para que con una mirada recordaras cuanto te amo. Para acurrucarme en tu regazo y saber que ahí, no es necesario nada más. Es tan difícil estar en el lugar mágico donde tu naciste, sufriste tus primeras decepciones sobre el género humano, y donde seguramente te reconciliaste con la vida con las pequeñas alegrías que te procuraba tu pueblo, es difícil creer que mis abuelos son el antecedente de tu ternura y fortaleza, que me cuesta trabajo acostarme cada noche bajo la bóveda celeste e intentar creerme que duermo bajo tu mirada. Sin duda hay objetos, rostros, olores que me consuelan de tanta distancia, pero hay momentos, como éste, en que nada es suficiente, nada se te acerca, ni siquiera la mirada de tu madre, te necesito a ti, y me da mucha pena recordar que estoy aquí principalmente por que quiero recuperar tu confianza, que estés orgullosa y sobre todo, que ahora sí te sientas soportada por mi, pero no se si cometí un grave error al irme de tu lado, ¿cómo protegerte así? De cualquier manera mi orgullo me tendrá plantada aquí, luchando estúpidamente por recuperarte, estando tu tan lejos.

Mami, no quiero que te aflijas con esto, tengo que sacar esto de alguna manera que no sean lágrimas por que ellas son el reflejo de mi debilidad ante las personas con las que me enfrento diariamente, así que no lloraré.

VIII VI MMVI. Miércoles.

Cielo Rojo.

Sola sin tu cariño

voy caminando

y no sé que hacer

ni el cielo me contesta

cuando pregunto por ti mujer

Mientras yo estoy dormido

sueño que vamos

los dos muy juntos

pero cuando despierto

el cielo rojo

me faltas tú

Deja que yo te busque

y si te encuentro

y si te encuentro

vuelve otra vez

Olvida lo pasado

ya no te acuerdes de aquel ayer

olvida lo pasado

ya no te acuerdes de aquel ayer

- Con Lila Downs.

Busco en el rechinar de los árboles,

en el lento paso de las hormigas,

en el brusco mirar de los gatos,

pero tu ternura no llega hasta aquí.

Me prometiste enviarme la bendición cada noche,

Pero no logro encontrar las bendiciones,

¿Dónde?

Izela Alexandra.

People.

Yumiko ha sido una especie de bálsamo. No he necesitado esforzarme, humillarme, doblegarme, imitarle, ni nada para darle gusto. Eso es grato con otra mujer. Pocas veces me ha tocado encontrarme con mujeres inteligentes, aquí convivo a diario con dos, incluso, a su lado mi camino es corto. Yumiko es una mujer sencilla, hogareña, comprensiva, con poca vanidad, y que comparte conmigo algunas ideas. ¿El matrimonio? Aún no, ¿los niños?, Sólo los de los demás. Así somos.No tener amistades y no contar con mi gran primo y hermano Raúl la mayoría de las horas que paso ahora, me ha acercado a ella, bueno, inicialmente, por que me inquieta saber mas de su personalidad y reconozco que es una gran persona. Algunos prejuicios, vicios e ideas que no me van ha de tener, pero no es problema, al contrario, me gusta que seamos tan dispares en algunas cosas, como la música, costumbres, vidas... Así creo que mis anécdotas y sueños no la aburren y ella me divierte bastante. Espero que nuestra relación prospere pues tenemos muchos días por delante.Otras ideas las comparto con los nuevos seres de mi entorno. Mi tía Luz es toda una amazona. La admiro bastante. Es fuerte, enérgica, moralizante, regia. Toda una matrona de las que ya no hay. Me ha enseñado a lavar, a esperar y no desesperar. A luchar contra las ideologías no confesas de los del pueblo. A enfrentarme con mis familiares que no me lo parecen en realidad.Raúl estaba un poco decepcionado de mi, y no es para menos, yo también lo estoy. De mi.Me hice a un lado, pero ahora he tenido esas sensaciones de antes, cuando mis días amanecían cada uno distintos y yo confiaba en que descubriría una nueva verdad, de esas que realmente me llaman. Dios desconocido. Naturaleza muerta. Amores desdichados. Universos paralelos. Realidad inescrutable. Latidos terrestres. Galopes cósmicos