20.6.05

Mi sitio para su muerte: Por José Carlos Becerra.

Para la ausencia

Hemos abierto los ojos.

La palabra le da de comer al enigma.

El enigma le da de comer a nuestros ojos.

Nos hemos incorporado.

La frente a perdido su temblor nocturno,

Su palidez suscita sombras.

La frente, allí donde hubo ondas como en el agua

Cuando cae un guijarro.

(Pero no hay arrugas ahora

que indiquen la caída de un cuerpo.)

Estamos despiertos.

Pertenecemos a la voz que no volverá a nombrarnos

al epitafio que no hicimos,

al pecho que la noche de otoño dardeó con su brillo.

Hemos abierto nuestra altura,

Nuestra altura profunda como la muerte.

-José Carlos Becerra. (Tabasco, México, 1937-Brindisi, Italia, 1970)

No hay comentarios.: