27.6.05

Droops of salty zoul.

Hay sábanas de nostalgia,
desconocidas
y las de siempre.
Me envuelven las de siempre, que para mí son desconocidas y mis lágrimas han perfumado de nostalgia.
No siempre se tiene lo que uno quiere, se tiene lo que se merece -dicen por ahí- y es cierto. He enfrentado a la soledad, desde hace mucho tiempo, desde que el espíritu de Julio partió para vivir su destino, desde que dañé su presencia en mi existir. No digo con esto que quienes me han amado desde entonces (que no sean de mi estirpe) no me hayan acompañado, simplemente no me han curado de soledad. Julio fue desde un inicio, un espejo donde mi alma rehusaba reflejarse, un mar donde màs tarde decidí aventurarme, y para siempre, la mejor amistad donde me he de refugiar para celebrar y llorar. Ahora ha pasado el tiempo, y sí, tengo lo que merezco. Una soledad granjeada, una soledad, donde me regodeo y me estiro. Antes de él me incomodaba revelarme, ahora elijo cuando hacerlo. No sé por donde voy con esto, si a un homenaje a Julio o a un reconocimiento de mi estado: estoy sola en este "valle de almas" si, pero por elección, siento cómo mi cuerpo tiene una mejor vestidura, una fortaleza serena, un fruto maduro.
Otra alma empieza a reflejarme, tenuemente, es un espejo que se desgasta con la distancia, a veces me da miedo.
Amar a otro es amarse a uno mismo. Y descubrirlo es doloroso. Descubrir que nunca se ha amado es lo más cercano a la muerte. Yo no morí por que el amor de Julio me envolvió. He muerto. Y aunque pocos creen en la reencarnación, soy Izela. De nuevo. Amando.

1 comentario:

Anónimo dijo...

los girasoles lloran